Marcaje Comunicación/HoraCeroMX
Hace tres años y siete meses la vida de Antonio Santiago cambió radicalmente. Víctima de la inseguridad fue asaltado, y los maleantes no conforme con despojarle de los bienes materiales le arrebataron uno de los cinco sentidos, la vista.
Los malvivientes le fracturaron el nervio óptico del lado derecho y debido a la alta presión, el ojo izquierdo sufrió una cicatriz que le impide la visibilidad al 100 por ciento, prácticamente sólo ve colores fuertes y sombras.
No obstante a esto, “Toño” encuentra su pasión y una forma de salir adelante en las carreras pedestres, pero no las tradicionales, sino que él ha tenido preferencia en las distancias ultras, es decir, más largas que las de una maratón.
Y a eso le ha agregado un grado de dificultad, ya que recientemente compitió en Coahuila en un trail de 50 kilómetros, o sea en la montaña, sin caminos pavimentados, expuesto a todos los riesgos de la naturaleza.
Antonio Santiago se ha hecho acompañar por el también especialista Javier Cervantes, quien no sólo participa en largas distancias pedestres, sino también en triatlones para los llamados hombres de hierro.
“Voy acompañado por un excelente entrenador que me ha apoyado en cada momento y me dio la oportunidad de acompañarme al Ultra Maratón de Coahuila en los 50 kilómetros y la verdad hemos hecho una buena mancuerna y hasta ahorita nos ha ido muy bien”, indicó.
Aquí qué importa quién cruza primero la meta o no, “Toño” es un ganador de la vida, su mejora constante en los tiempos y en su sentir físico es lo realmente lo trascendente.
Y aquí se pueden preguntar cómo le hace este binomio para recorrer tan largas distancias en un terreno completamente natural, sin pizca de modernidad y con todos los riesgos que conlleva.
“El terreno está súper difícil, en el sentido de que hay mucha piedra, hubo momentos en que tuvimos que hacer un poco de caminata y afortunadamente hay una coordinación muy buena con Javier.
“Él me va diciendo dónde hay una piedra o una piedra muy alta, desafortunadamente en ese camino difícil no me podía avisar de todas las piedras porque todo el camino está lleno de ellas, pero los obstáculos más difíciles me iba avisando”, señaló.
Los entrenamientos les han generado incluso en sincronizar las pisadas, que es una ayuda fundamental para ambos, ya que van amarrados con un cordón en las muñecas, siendo Cervantes el guía unos pasos por delante, ya que cuando corren en pavimento van en paralelo.
Antonio Santiago decidió correr en distancias ultras para cumplir un sueño, superar el grado de dificultad a lo que estaba acostumbrado.
Ni “Toño” ni “Javi” tienen apoyo público, todos sus eventos y preparaciones salen de sus ahorros y eso no los detiene, pero ya empezarán a armar su próximo desafío, que podría ser nuevamente en 50 kilómetros, aunque él se dijo listo para intentar los 100.
Pero no descartó probar fortuna en algún momento en el triatlón, que es otra ilusión pendiente.
“Desafortunadamente lo que son las cosas de apoyo, como son la bicicleta sale un poquito cara, pero la verdad me gustaría cumplir uno de los sueños como éste, sería algo muy padre”, concluyó.