Francisco De Luna / Hora Cero
Xico, Ver.- Durante la “xiqueñada” 2017 se registró saldo blanco. La tradicional suelta de toros tuvo mayor control que en años anteriores. Esta ocasión llegaron la Policía Ministerial y la Fuerza Civil para evitar el maltrato a los toros o tratar de inhibir cualquier situación de inseguridad.
En esta edición los que ingresaron a torear tuvieron que registrarse y portaron playera blanca con número como un distintivo para ser identificados en caso de lesiones o ser consignado si maltrataban a los animales.
No se permitió la entrada a quienes estaban alcoholizados.
De acuerdo con el alcalde de Xico, Lorenzo Pozos Itza, se registraron 300 personas, en su mayoría jóvenes, para ingresar a la suelta de toros.
Este año, visitaron las fiestas de Xico unos 65 mil visitantes; se calcula que la derrama económica fue de 10 millones de pesos.
A comparación de 2016, esta vez hubo menor número de visitantes, pues el año pasado hubo 85 mil, refirió el presidente municipal.
El evento cambió de nombre de Xiqueñada a capea para cumplir los requisitos legales que exigía la Fiscalía General del Estado (FEG) para permitir la tradicional suelta de toros.
Este festejo se realiza sólo el 22 de julio, aunque la fiesta patronal tiene duración de casi un mes; sin embargo, la mayor actividad se concentra del 18 al 23 de julio en honor a Santa María Magdalena.
Durante la suelta de los 18 toros de lidia con peso de casi 500 kilos cada uno, se hizo uno de los eventos más esperados en la región.
Como seguridad se instalaron siete módulos de atención. Un quirófano móvil, un médico anestesiólogo, enfermeras quirúrgicas, ambulancias. Así como control y recorrido con patrullas en las inmediaciones de la zona centro.