Tianguis de Orizaba, tabla de salvación al desempleo

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Francisco De Luna

Xalapa, Ver.- Para ser vendedor en algún tianguis “debes tener carácter y paciencia” dice Víctor Carranza, profesionista que desde hace un año decidió emprender un negocio con refacciones de celulares.

Cuenta que aquí es un mundo donde se aprende a negociar “donde se aprende perdiendo;  pero aprendes”. Así fueron sus primeras semanas de experiencia en esta actividad que era totalmente desconocida para él.

Víctor es uno de los cientos de comerciantes que se instalan los domingos en la avenida Orizaba en la ciudad de Xalapa.

Es licenciado en Administración de Empresas, pero al no encontrar trabajo en su ramo después de un año de búsqueda, se dijo harto, se sintió cansado y entonces decidió sumarse al negocio que se ha convertido en la ventana de oportunidades para muchos ante el crecimiento de desempleo.

El forma parte de la lista de desempleados. Y también un ejemplo de cómo en Xalapa éste comercio informal es consecuencia de la falta del crecimiento laboral. Refiere que sus compañeros del tianguis coinciden en que aunque haya empleos formales son poco remunerados.

 

Desempleo

 

“La falta de oportunidad te obliga a hacer algo y una de las formas es salir a vender. Es otra manera de ganarse la vida, es una segunda opción”, relata Víctor quien tiene instalado su puesto improvisado con una mesa donde ha colocado carcasas de celulares.

También tiene pilas, teclados, cables, cargadores de los equipos móviles desde los modelos más austeros hasta los de tecnología más avanzada.

Tan sólo en los 12 meses que lleva comercializando en este tianguis, se ha percatado que cada día llegan más vendedores. Esta manera de comercio se expande. Han llegado más personas que venden desde lo tradicional como ropa, comida, antigüedades, juguetes, aparatos electrónicos y libros, hasta botellas de vidrio y animales que van desde perros, gatos, iguanas, peces y hasta mariposas.

Para Víctor, eso es una muestra de lo que ha crecido el desempleo.

Esto le da la razón al economista e investigador de la Universidad Veracruzana, Rafael Arias Hernández quien asegura que en Veracruz se pierden hasta 305 empleos diariamente.

Esta cifra corresponde a junio 2017, de acuerdo con información de su análisis basado en las estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Tan sólo de diciembre 2016 a julio 2017, es decir en siete meses se perdieron 9 mil 865 empleos formales. Pero fueron mayo y junio los meses más críticos al ser el lapso en donde se disparó el desempleo.

 

La expansión

 

En la búsqueda del sustento económico creció el número de comerciantes en el tianguis de La Orizaba. Aunque no existe una cifra precisa, la evidencia se muestra con más puestos y familias que abarcan más calles para hacer sus vendimias.

Tradicionalmente era sólo la avenida Orizaba de la colonia Obrero Campesina, pero tan sólo este año los vendedores se expandieron hacia calles como Francisco Vázquez, Francisco Rivera y Censos Nacionales.

Esto ha generado aún más la inconformidad de algunos colonos, quienes a través de protestas han exigido que este tianguis sea reubicado pues argumentan, que a pesar de que sólo se instala los domingos, les llega a incomodar porque los accesos a sus viviendas quedan obstruidos por los puestos.

Sin embargo, las autoridades municipales hasta ahora no han dado respuestas a estas peticiones y todo ha quedado en reuniones.

 

Sin chiflido no hay tianguis

 

Este tianguis es uno de los más importantes en la capital veracruzana. Aquí los comerciantes llegan a las cinco de la mañana y se retiran pasadas las seis de la tarde. Los domingos en ese sitio no son un domingo cualquiera.

Las calles se llenan de puestos desde todos tamaños; desde amplios hasta sencillos como aquel que sólo coloca una manta para exhibir sus productos.

En este lugar se puede encontrar todo tipo de objetos. La entrevista con Víctor se desarrolla en su puesto de refacciones para celulares. El bullicio de la gente se escucha en los alrededores. Los pasillos están repletos de familias que se apretujan y chocan entre ellas, preguntan precios, comparan o simplemente curiosean.

Se trata de espacios que se han convertido en opción de ventas y también de empleo. Recorrer los tianguis es conocer parte de la historia de los mercados, la venta de productos de segunda mano, precios más accesibles o el regateo.

Tianguis no significa que todo esté peleado con la calidad; visitar un tianguis es una aventura, es otra manera de comprar, es como sumergirse en un barrio, en un pueblo o en un lugar lleno de historia. Donde el vendedor le chifla al cliente dándole esas características que aún mantienen vivo a estos mercados tan coloridos.


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