Luis Manuel Toto
Un drenaje a cielo abierto ubicado en la comunidad de Caravaca, municipio de San Andrés Tuxtla, contamina los cuerpos de agua locales; desde hace una semana se reportan afectaciones a los nacimientos del líquido y a los pozos que son utilizados por los vecinos del lugar.
Los pobladores de dicho asentamiento apuntan que el agua de los manantiales y nacimientos es usada para consumo humano, lo que puede provocar daños a la salud pública.
Esta comunidad está ubicada a diez minutos de San Andrés Tuxtla; sus vecinos afirman que ese problema lleva una semana; el drenaje está en las calles Lázaro Cárdenas e Independencia.
Desde que la primera gran tormenta azotó a la región empezó a brotar la inmundicia, apuntan.
Responsabilizan al patronato del sistema de drenaje que encabeza Alejandrina Espinoza y su tesorero Abraham Pérez Fiscal, quienes bajo autonomía de cobro no realizan su trabajo.
Existe un patronato de Caravaca que administra los recursos de estos servicios; es decir, no dependen del sistema de agua potable de San Andrés Tuxtla, puesto que en esta localidad se cobra y se invierten los recursos.
Sobre el particular, el agente municipal Efraín Chagala Chontal manifestó: “nunca han hecho cortes de caja; el dinero no se sabe dónde está guardado; siempre que se les dice que vengan a atender esta situación del drenaje, este depósito es el que da más problemas, responden que no hay dinero”.
Con esta, son cinco veces que el drenaje brota y afecta a cientos de vecinos a la redonda, por lo que han tenido que solicitar el apoyo de la comisión del agua de San Andrés Tuxtla aunque no mantienen responsabilidad directa.
A este problema se suma que el drenaje escurre a uno de los nacimientos más importantes de Caravaca, y que por cierto abastece del vital líquido a todo este lugar, por lo que testimonios destacan problemas de salud entre niños y ancianos.
Para acabar con este problema, el mismo agente municipal Efraín Chagala Chontal ha pedido a las autoridades del agua potable de San Andrés Tuxtla auditar el servicio, y permitir que se retire del cargo a estas dos personas que llegan a cobrar entre ochocientos y mil pesos a cada usuario por conexión al servicio, lo que ha dejado una sospechosa duda a los habitantes de cómo se ministran los recursos.