Hospitales, el saldo del abandono
Luis Alberto Romero
La nota fue publicada por Diario de Xalapa en su edición de este lunes 31 de julio y hace referencia al abandono en que se encuentran 109 hospitales establecidos en territorio veracruzano.
De acuerdo con el diputado José Kirsch Sánchez, quien preside la Comisión de Salud y Asistencia en la Legislatura del Estado, el citado número de nosocomios se encuentra en ruinas; se trata de construcciones que serían destinadas para prestar servicios de salud de primero y segundo nivel.
Lo peor es que en algunos casos son inversiones que ya no se podrán rescatar, como la construcción de Papantla, que es un recurso perdido por tratarse de una obra sobre un terreno inestable.
Lo que reveló el diputado José Kirsch, médico por cierto, es muy grave porque en un estado como Veracruz, con altísimos niveles de pobreza y marginación, destinar recursos para obras que están destinadas al fracaso es un insulto a la gente y también una bajeza de los responsables de aplicar esos recursos.
Hay que recordar que en materia de salud pública, Veracruz no se caracteriza precisamente por la eficiencia; datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, revelan que 20.72 por ciento de los veracruzanos no son derechohabientes de los servicios de salud, lo que ubica a la entidad como una de las cuatro con mayor rezago en dicha materia, compartiendo ese lamentable problema con Estado de México, Michoacán y Ciudad de México.
Si a ese dato le sumamos el hecho de que los hospitales abandonados estaban destinados a prestar servicio a la población más pobre y marginada, entenderemos lo indignante que resulta la información difundida por el citado impreso veracruzano.
Por otro lado, el legislador por el distrito de Poza Rica recordó que durante la comparecencia del ex secretario de Salud de la anterior administración, Fernando Benítez Obeso, se descubrió que en dicha dependencia faltaban 14 mil millones de pesos, que tuvieron que haber llegado a esa instancia, pero que se quedaron en el camino, vaya usted a saber en qué manos.
El punto es que si sumamos los niveles de corrupción en una de las dependencias más cuestionadas de la pasada administración estatal; a la ineficiencia del servicio; y a la escasa o nula planeación en cuanto a las inversiones realizadas, como los hospitales que hoy se encuentran en el abandono, el resultado es un sistema de salud caro e ineficiente. Es una lástima.
Por otro lado, el recurso destinado para construir hospitales no tendría que ser criticable, de no ser porque esos centros de salud terminaron por convertirse en dinero tirado a la basura. Por si fuera poco, existen decenas de centros de salud que durante los últimos dos años de la pasada administración, 2015 y 2016, tenían dos carencias principales: no había doctores ni medicamentos; en algunos casos, ni siquiera el más elemental material de curación. Ni torundas de algodón había.
Y eso no es lo peor; lo es el hecho de que en similares condiciones de abandono se encuentra prácticamente toda la obra realizada durante los últimos diez años en Veracruz; basta recordar, por ejemplo, el puente construido a la altura de El Salmoral, cerca de Cardel, que comunica a ninguna parte.
Durante una década, en la entidad se construyeron algunos puentes y se invirtió en carreteras para luego dejar que se perdieran por el deterioro que implica el paso del tiempo.
Así, la nota del abandono en que se encuentran más de cien hospitales veracruzanos, sin bien indignante, no debe extrañar porque es fiel reflejo de la desidia y el desinterés gubernamental. @luisromero85