Crece en Xalapa el mercado de la cerveza artesanal; caso “Pixquiac”, una historia de constancia y éxito

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Luis Alberto Romero / Hora Cero

El mercado de la cerveza artesanal en la zona de Xalapa ha crecido de manera considerable y ello se refleja en las ventas que registra la Pixquiac, que se fabrica en Coatepec.

El propietario de la marca, Alfonso Polanco, dice que el auge de la cerveza artesanal es evidente en la capital veracruzana porque cada vez más lugares, sobre todo restaurantes y vinaterías, la ofrecen a sus clientes.

El crecimiento en el volumen de las ventas de la Pixquiac provoca que en la actualidad, esa empresa, que inició operaciones formales hace tres años, hoy registre una producción de mil 400 litros por cada una de sus presentaciones (Bock y Pilsen) por cada lote (cada mes y medio)

Alfonso Polanco estudió la carrera de Agronomía en Ciudad Juárez, Chihuahua; mientras trabajaba en la industria automotriz, comenzó a adentrarse en el mundo de la producción de la cerveza artesanal e inició una investigación, hace doce años, sobre todos los temas derivados.

Su producto de ninguna manera puede considerarse una improvisación o una casualidad; obedece a varios años de trabajo a base de prueba y error, tirando, como él mismo lo dice, litros y litros de cerveza, hasta que produjo la calidad que consideró necesaria para salir al mercado.

“En reuniones de amigos, yo llevaba mis cervezas y así comenzaron los pedidos, por cajas, al principio no sabía ni cuánto cobrar por mi pequeña producción… fui sacando los costos y ahí arrancamos”.

 

El mercado

Entrevistado en un café de la capital del estado, Polanco Torregrosa apunta que no es fácil consolidar una marca; “se llevó mucho trabajo… código de barras, registro de marca, etiquetas, etcétera; mandé 22 nombres diferentes y el 23 fue el que quedó, Pixquiac, que debe su nombre al náhuatl, significa “abastecedora de agua”; y como saben es el río que divide a Xalapa de Coatepec.

Dice con evidente orgullo que Pixquiac tiene 3 años en el mercado; “es un producto que tiene una calidad uniforme, sabor, aromas y en general, las características siempre tienen que ser las mismas”.

-¿Qué nos dice sobre su producción?

-Primero comenzamos a producir la cerveza bock, que debe tener entre 5 y 9 grados; la  nuestra es de 5.8, con el color que necesitábamos; con esa salimos primero al mercado y desde que comenzamos sabíamos que nos iría bien porque esa cerveza, la oscura, es la que más se consume en la región. Después elaboramos la cerveza Pilsen, de 4.5 grados. Esos son nuestros productos; ambos cumplen con la Ley de Pureza de 1516 de Alemania (expedida por Guillermo IV de Baviera, que establecía que la cerveza sólo debe contener agua, cebada y lúpulo).

La cerveza Pixquiac hoy se encuentra en restaurantes y vinaterías de Xalapa, Coatepec, Xico y puerto de Veracruz; se envía además a Chihuahua, Querétaro y Sinaloa, entre otras entidades.

 

El reto empresarial

Hoy, Alfonso Polanco encara el reto no sólo de consolidar, sino de hacer crecer su empresa con la producción de la cerveza Premium Veracruzana Pixquiac, en la que utiliza “los más altos estándares de exigencia”.

-¿Es cara la cerveza artesanal, si se compara con las marcas comerciales?

-En definitiva, la nuestra cuesta tres veces más, pero como producto es muy superior y cualquier consumidor, sea o no conocedor, puede darse cuenta. Finalmente, esa es nuestra mejor publicidad: el sabor, el aroma, el cuerpo, la frescura y la pureza, que hacen de la Pixquiac una buena opción para los exigentes consumidores de las cervezas artesanales.


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