Francisco De Luna / Hora Cero
Xalapa, Ver.- Durante más de 40 años, los furgones abandonados de la Empresa Ferroviaria de México han representado peligro para las familias de algunas colonias de la ciudad de Xalapa.
“Ahí viven o se esconden drogadictos y malvivientes; roban y violan, caminar cerca de estas vías es un peligro”.
Han solicitado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que retiren esas estructuras; sin embargo, han pasado varios años y esas peticiones han sido ignoradas, indicaron también los extrabajadores de la empresa ferroviaria.
Se trata de la colonia Sección Cambio Norte, un asentamiento por donde atraviesan las vías del tren. En este rumbo, las historias son de miedo, dice uno de los vecinos que diariamente camina por la ruta.
Recuerda encabezados sangrientos de periódicos como “Se resistió al asalto y lo navajearon”, “La violaron en las vías del tren”, “Riña entre pandilleros” o “Los mataron para robarles”.
Entre vías y colonias, hay vagones viejos, oxidados, rayados con aerosol, picados en casi toda su infraestructura, incluso algunos sin ruedas; otros más han sido destrozados, les han arrancado ventanas y parte de su herrería.
La zona con mayor riesgo es el andador “Ferrocarril Unidos del Sureste” y “Tehuantepec”, donde hay ocho furgones que sólo han funcionado como refugio de maleantes. –Incluso, aquí los ladrones hacen sus intercambios de objetos robados-.
Esos vagones funcionaron como bodegas y viviendas para el personal que trabajaba en la empresa “era un equipo fijo. Si cambiaban al operador o al de la grúa, llegaba otro y ahí se quedaba a vivir. Ese equipo ha estado permanente”.
Pero al extinguirse los servicios del ferrocarril mexicano, ya no hubo quién se hiciera responsable de estas unidades y ahí han permanecido prácticamente en el olvido federal, hasta irse convirtiendo en “chatarra”.
Ahí colindan las colonias como Predio de la Virgen, Rafael Lucio y Carolino Anaya, sitios hacia donde logran escapar quienes cometen atracos o asesinatos “porque ahí la patrulla no puede atravesar la vía, no hay paso, los persiguen y salen huyendo”.
La SCT es la única que puede retirar esas partes del tren, que incluso algunos no tienen techo, algunos se caen a pedazos, los “maleantes” hace dos año quemaron un vagón, lo que representa peligro de que las viviendas cercanas fueran alcanzadas por el fuego.