Francisco De Luna / Hora Cero
Emiliano Zapata, Ver.- “No lo intentes, zona protegida” se leen las advertencias contra los ladrones en el fraccionamiento “La Pradera”, perteneciente al municipio de Emiliano Zapata.
Se trata de los vecinos vigilantes quienes han colgado mantas para anunciar que están unidos para autoprotegerse e impedir que sigan ocurrieron asaltos contra sus familiares y robos en sus viviendas.
Es una tarde de viernes casi a punto de que caiga la tormenta que acompaña al huracán “Katia”, el aspecto es gris en esas largas y solitarias calles, donde apenas un vendedor de agua toca las puertas para ofrecer el producto.
Los vecinos tienen temor y sólo se asoman con mucha precaución a través de una puerta enrejada o levantan la cortina y asoman un poco la mirada a través de la ventana para corroborar de quién está en la entrada.
El reportero caminó por ese sitio con la cámara bien afianzada, hacia el fondo de la unidad habitacional, donde sólo hay pasto y un amplio terreno cercado con madera donde se tiene proyectado la construcción de más viviendas.
En todo el trayecto sobre la calle “Cordillera” hay un promedio de 300 casas, algunas habitadas, otras vacías y con letreros que anuncian que se rentan. Sus dueños se han ido porque lo han perdido todo por los robos.
Los vecinos cuentan que hay casas que han sido vaciadas completamente. Y esto sucede todas horas, pues aseguran, a los rateros les da lo mismo llegar en la noche, de día o en la madrugada “creemos que vigilan cada cosa que hacemos y cada paso que damos”, refiere una señora que arrastra su garrafón con agua hacia el pasillo.
Los vecinos dicen que desde hace dos meses se incrementaron los robos a las casas habitación, pero los asaltos en las calles y en las tiendas también han sido más constantes. Recuerdan que una pareja de novios fue atacada a balazos saliendo de una tienda de autoservicios.
La zona donde se organizaron como “vecinos vigilantes” colinda con la plaza comercial “La Pradera”, sitio junto a la carretera Las Trancas-Coatepec, donde a pesar de la cercanía con el acceso hay pocos recorridos de patrullas.
Por esa razón y en casi todos los portones, puertas, ventanas y paredes cuelgan los mensajes que saltan a la vista por el color rojo del octágono que al centro tiene un ojo y a lado la caricatura de un ladrón con la silueta negra.
No cuentan sus estrategias, pero sí aseguran que en el momento en que detengan a uno o varios delincuentes los van a linchar y lo exhibirán por la zona residencial y si es posible lo amarrarán como escarmiento y ejemplo contra todo aquel que intente delinquir.
