Peligro a bordo; los robos en autobuses aumentan

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Francisco De Luna

Xalapa, Ver.- Los robos en las paradas de autobuses de Xalapa se han incrementado en los últimos cinco meses, según reportan usuarios quienes han vivido experiencias de inseguridad, pero contrario a otros robos, en estos sitios no hay violencia porque los ladrones actúan de manera sigilosa, casi en silencio.

Los afectados coinciden que estos casos ocurren en cinco paradas del centro de la ciudad de Xalapa, áreas de mayor movilidad y concentración de personas que se dirigen a distintos destinos de la capital veracruzana.

El primero que enlistaron fue en la calle Revolución cerca de la plazuela del Carbón; en Francisco Clavijero, frente a la plaza “Clavijero”; también en la parada del mercado “Los Sauces”; Ignacio Allende con J.J. Herrera atrás del parque Benito Juárez y en 20 de noviembre frente a la Central de Autobuses de Xalapa (Caxa).

Los robos ocurren en cualquier horario; al subir o estando dentro del camión, aunque hasta la fecha ninguno de esos robos ha sido violento en estas paradas.

Sin embargo, los usuarios tienen esperanzas de que con esta denuncia pública haya más vigilancia en esas paradas que ayuden a disminuir los índices delictivos.

Los astutos cazadores

Aunque se mueven casi en silencio, están ahí; al acecho. Vigilan todos los alrededores, pues deben ser muy precavidos. Se confunden entre los pasajeros; no se notan malos, tampoco levantan sospechas, son hasta profesionales porque se han convertido en astutos cazadores.

Así es como Daniela, describe a uno de los ladrones que le quitaron prácticamente todos sus objetos de valor. El celular, una cartera con 170 pesos y hasta una sudadera le vaciaron de la mochila tipo escolar.

Dijo que tras hacer sus compras en el mercado Jáuregui, se dirigió a la parada de autobuses en la calle Revolución a la altura de la plazuela del Carbón en la zona centro de Xalapa. Eran la 4 de la tarde y en el sitio había decenas de personas a la espera del transporte público.

Como todas las tardes que sale de trabajar espera el autobús que la lleve al Sumidero. “Ese día había tanta gente que era casi imposible pasar pero de repente sentí empujones al momento de tratar de subir al camión”.

Creyó que eran usuarios desesperados por querer ganar un asiento. Entonces pagó su boleto con las monedas que traía en el bolsillo de su pantalón de mezclilla color negro. Avanzó, buscó un lugar para acomodarse pero al sentarse y acomodar la mochila sobre sus piernas, descubrió que estaba casi vacía.

El cierre estaba abierto y de inmediato buscó entre sus pertenencias, además del teléfono y la cartera, tampoco tenía un estuche de pinturas, ni la libreta que usaba para anotar pendientes de su trabajo.

Peligro a bordo

En los últimos cinco meses el número de robos en las paradas de autobuses han incrementado.
Pasajeros de combis y autobuses en las diferentes rutas que recorren la capital del estado de Veracruz, han denunciado el aumento de los hurtos, principalmente en las hora pico.

Itzel, otra joven de 21 años y vecina de la colonia Pastoresa, relató que ella sufrió un robo en el autobús, cuando viajaba en la ruta Terminal-Buena Vista.

Recuerda que fue a principios de noviembre del año pasado, eran las 08:20 de la mañana cuando subió al camión. Ese momento la niebla era densa y llovía.
El sector donde vive Itzel, se ubica justo atrás de los centros comerciales de Plaza Américas al sur del municipio. Ese día hizo la parada pero el autobús iba tan lleno que el chofer le sugirió pagar y subir por la puerta trasera.

Así fue como se coló entre los usuarios que iban parados y apretujados unos con otros. Minutos después un joven pidió la parada frente al cementerio Palo Verde, en la calle 20 de noviembre.

“Se pasó entre todos nosotros y de inmediato sentí que se atoraba con mi bolso en su intento de llegar a la puerta, entonces otros cinco se acomodaron justo detrás de mí pero creí que era normal porque era parte del reacomodo”.

Así llegaron al centro y se desahogó el camión en la calle Juan de la Luz Enríquez, bajó la mayoría de los usuarios y cuando miró su bolso, éste estaba abierto del cierre y sin la cartera.

Pensando que había olvidado su cartera trató de comunicarse a su casa, pero su sorpresa y enojo fueron grandes cuando se dio cuenta que tampoco estaba su celular.

Su billetera tenía 450 pesos para terminar la semana y pagar unas deudas “pero esos cabrones me robaron dentro del autobús”, cuenta la muchacha quien ahora tiene más precauciones para evitar convertirse en víctima.

El temor continúa y desde esa fecha trata de no subir a autobuses atascados de pasajeros, incluso cambió su bolso por uno que cierra mediante combinaciones, porque sabe que el peligro está a bordo.


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