PAN-PRD-MC, posible alianza sólo en el proceso federal
Luis Alberto Romero
Cuenta un periodista veterano que cuando en 1988 preguntaron a don Fernando Gutiérrez Barrios, entonces gobernador de Veracruz, porqué había decidido apoyar la candidatura presidencial de Carlos Salinas de Gortari, la respuesta no pudo ser más ingeniosa: por tres razones, la primera es porque fue el único que me invitó; las otras dos no importan.
Algo parecido ocurrió con el Movimiento Ciudadano (MC) en el marco de la actual carrera por la sucesión presidencial; Dante Delgado decidió no ir con Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento de Regeneración Nacional simplemente porqueno fue invitado a esa alianza.
Morena sólo optó por una coalición con el Partido del Trabajo y cerró la puerta a cualquier acuerdo con el MC, partido que según sus promotores representa algo así como 4 millones de votos.
Probablemente no son tantos; lo cierto es que en coalición con otras fuerzas (en algunos casos con PRD y PT, y en otros con PAN, PRD y Panal), el Movimiento Ciudadano es en la actualidad gobierno en Guerrero, Ciudad de México, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Morelos y Tabasco, además de ganar las elecciones de 2015 Guadalajara, la capital de Jalisco, y en los municipios de Zapopan, San Pedro Tlaquepaque, Zapotlanejo, Puerto Vallarta, Tepetitlán y Ocotlán.
Pues bien, debido a que encontró la puerta cerrada en Morena, Dante determinó que el rumbo de su partido sería hacia la integración del llamado Frente Amplio Democrático, un acuerdo hasta hoy no electoral que puede convertirse en una gran coalición de fuerzas políticas de cara a la sucesión presidencial.
Sobre este tema hablo con uno de los actores protagónicos dentro del Movimiento Ciudadano, quien comenta dos puntos sobre el asunto: primero, que si bien la posible alianza electoral entre PAN, PRD y MC va caminando, todavía no se puede hablar, al menos de forma oficial, de una coalición, dado que los tiempos marcan noviembre como fecha para concretar ese acuerdo. Segundo, que en el Altiplano los dirigentes nacionales de esos partidos buscan consensos para construir esa alianza; sin embargo, ésta podría cristalizarse sólo para efectos federales, dejando fuera las elecciones locales de 2018, cuando se realizarán procesos en diversas entidades del país. En el caso de Veracruz, los ciudadanos votarán por gobernador y diputados locales; en Puebla, gobernador, legisladores locales y alcaldes, igual que en Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco y Yucatán.
Esas son las dos opciones que se barajan en las cúpulas de esos tres partidos: la coalición total, para las elecciones federales y locales; o la alianza únicamente para el proceso federal, dejando fuera del acuerdo a los locales que se desarrollarán en 30 de los 32 estados del país.
Lo que todavía no se calcula bien es si Morena realmente necesita los votos del MC para ganar la elección de 2018; o si cometió un error al cerrar la puerta a la alianza con el partido que encabeza Dante Delgado.
Hay que considerar que en el más reciente proceso electoral federal, el de 2015, el MC superó los seis puntos porcentuales, al llegar a dos millones 431 mil sufragios, para colocar 25 diputados, diez por mayoría relativa y 15 por representación proporcional; antes de eso, en 2012, en coalición con PRD y PT, esa fuerza política también superó los dos millones de votos y ubicó 16 posiciones en la Cámara Baja, entre electos y plurinominales.
En tres años, de 2012 a 2015, el MC ganó casi 500 mil votos en el ámbito nacional y dos puntos porcentuales en elecciones federales.
Probablemente con la confianza de esos resultados, los del Movimiento Ciudadano creen que López Obrador cometió un error al aliarse únicamente con el PT, partido que en el más reciente proceso federal no llegó al 3 por ciento de los votos.
Error de cálculo o acierto político, eso se verá dentro de diez meses, cuando sabremos si López Obrador, al no construir una alianza más grande, midió bien o cometió un acto de soberbia política. @luisromero85