Francisco De Luna
Xalapa, Ver.-A sus 107 años, doña Teodora recuerda a la perfección su infancia. Su lucidez sorprende a cualquiera; la señora camina y realiza labores domésticas, aunque apenas hace unos días enfermó y se vio en la necesidad de utilizar la silla de ruedas.
Es originaria del estado de Puebla, pero desde que tenía 12 años llegó a vivir al municipio de Teocelo, después a la ciudad de Xalapa y desde entonces jamás abandonó estas tierras.
Alejada de los festejos y de las felicitaciones por el “Día Internacional de la Mujer”, doña Teodora permanece entre el agotamiento, los recuerdos y la incertidumbre, la amenaza de ser desalojada de la casa donde actualmente vive en compañía de su hija Carolina, quien tiene 65 años.
Ambas se cuidan entre sí. Viven en la calle Girasol número 13 de la colonia Bosque de las Lomas, sector ubicado en el sur de la capital veracruzana.
Con carencias económicas y de manutención transcurre la vida de las dos mujeres con sus cabellos encanecidos y la piel arrugada que demuestran las décadas y el cansancio de la lucha constante.
Ahora, lo más importante para ellas es comprar los medicamentos para el tratamiento que el médico recetó.
“Llegamos del doctor, fuimos a verlo porque no dormí nada del dolor”, relata doña Teodora Fuentes Aragón.
En esta ocasión la complicación en la salud fue en los bronquios y colitis nerviosa “tengo muchos dolores en el estómago”, dice la abuela quien hace señas hacia su abdomen.
Ella recuerda los movimientos sociales en los que participan las tropas “quienes al ver a alguien trabajando o simplemente caminando los mataban… se los llevaban y si no se iban, ahí mismos los mataban”.
También cuenta que durante las balaceras, la ropa que estaba en los tendederos se sacudía como si fuera por la fuerza del viento. Y cuando ya eran varios muertos, entonces “los generales” amontonaban los cadáveres en los caminos.
En esa época, cuenta, era necesario enterrar el maíz y esconder todos los alimentos o de lo contrario les arrebatan todo a su paso.
Pero no sólo es uno de los momentos que más tiene presentes, también la desgracia y los derrumbes que dejó el temblor de 1920, que arrojó un saldo de casi 2 mil muertos en Xalapa y Quimixtlán, estado de Puebla, lugar del epicentro.
Doña Teodora se casó a los 15 años de edad. Tuvo 13 hijos, de los cuales sólo viven cinco; el mayor tiene 78 años y su nombre es Gorgonio Olvera Fuentes; Salvador, Candelaria, Rosalía y Carolina de 65, pero no todos radican en Xalapa.
Su hija Carolina es quien vive con ella pero todo ha comenzado a complicarse por la enfermedad de la abuela “Teo” “y por mi edad no me dan trabajo y apoyo no tengo nada”, refiere durante la entrevista para Hora Cero.
Piden el apoyo del Gobierno del Estado de Veracruz o que por lo menos les hagan llegar la despensa de “Veracruz Comienza Contigo” porque muchos días no tienen ni para comprar la comida y de vez en cuando reciben la ayuda de algunos vecinos.