Pluma negra

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Basura conflictos redituables

Ignacio Alvarez

La flexibilidad en la aplicación de la ley en materia ambiental que existió en décadas pasadas, heredó severos problemas para los administradores públicos actuales y uno a uno van explotando los conflictos con origen en los basureros a cielo abierto que simularon como rellenos sanitarios con meros fines de lucro. Esta vez le tocó a Cuitláhuac, Veracruz, un basurero regional con hedores a corrupción de autoridades municipales en los últimos tres lustros con la complacencia de la autoridad estatal, la semana pasada fue clausurado por la la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente, una medida que resuelve de tajo el problema en ese lugar, pero genera otros en los municipios de la zona centro.

En el 2004 era Presidente Municipal de Cuitláhuac, Gonzalo Reyes Mirales y resolvió un añejo problema, quitar el basurero que se encontraba a orillas de la ciudad con las obvias consecuencias de salud pública, entonces se compró en un terreno a 22 kilómetros del pueblo sobre la carretera federal Cuitláhuac-La Tinaja. Un  terreno de tres hectáreas con un cráter natural de más de 30 metros metros, unos siete mil metros cúbicos, con una vida útil como tiradero a cielo abierto de al menos 50 años, con las barreras naturales de las paredes del cráter, contaba además con 23 mil metros cuadrados para proyectar el procesamiento de los residuos sólidos.

La solución del edil priísta sólo tardó unos meses, tan pronto inició la administración del panista, Cristobal Hernández Espinoza -2004-2007-; su tesorero, René Saldaña Ureta lo convenció de que el cráter era una mina de oro; de inmediato vendieron el servicio de recepción de basura a los municipios cercanos, los grandes centros urbanos de las altas montañas; Amatlán de los Reyes, Córdoba, Orizaba, Ixtaczoquitlán, Fortín y Yanga.

El negocio se convirtió en una mina de oro, tan sólo de Córdoba se recibían 300 mil pesos mensuales por permitirle tirar su basura, sin problema alguno transcurrió la admistración municipal y llegó  la nueva administración del alcalde priísta; Miguel Lara Negrete 2007-2010, que al ver las carretadas de dinero producto del basurero, cayó en la tentación de la avaricia, y con dinero púbico compra tres hectáreas más y amplia el número de municipios, ahora; Tierra Blanca y Río Blanco, también llevan su basura a Cuitláhuac.

En el 2010 regresa el PAN  a la administración municipal con Ambrosio Borbonio Ane, quien disfruta de los beneficios del negocio, pero antes de terminar su periodo en el 2014, decide concesionar el servicio para terminar con ese esquema, concesionar el basurero a la empresa Mareko SA de CV, situación que no le parece a su sucesor René Saldaña Ureta -2014-2017, quien como tesorero municipal 10 años antes había sido el autor de regionalizar el basurero con fines de lucro.

La historia consigna a los pocos meses de la nueva administración, el ex alcalde Ambrosio Borbonio perdió la vida de forma violenta.

La empresa Mareko SA de CV no cumplió nunca con el tratamiento de la basura, sólo construyó una nave pero no realiza la separación de los residuos.

El basurero continuó operando a cielo abierto y para toda la región.

Las autoridades estatales guardaron silencio  y permitieron la operación en esas condiciones.

Desde hace varios años, la capacidad del basurero quedó rebasada, pero de manera misteriosa, periódicamente se presentan incendios que técnicamente tienen la función de reducir los volúmenes de la masa de desechos para dar paso a una nueva capacidad de recepción.

En la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) informó que revisará la forma en que opera la empresa Mareko S. A. de C. V., por el mal manejo en la operatividad y que no cuenta con un plan de prevención de incendios.

Más allá de solución a los incendios y la clausura,  que involucró a la Secretaría de Protección Civil (PC), las comisiones Nacional y Estatal del Agua, la Procuraduría del Medio Ambiente y la Secretaria del Medio Ambiente del Gobierno estatal, es necesario que se aplique el rigor de la ley, en ese y todo los basureros abiertos del estado de Veracruz.

 


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