Juan David Castilla
Representantes de la comunidad artística de Xalapa protestaron afuera de Palacio Municipal para exigir que cesen los impuestos, cobros injustos y los malos tratos hacia quienes promueven y fomentan la riqueza cultural en la capital del estado.
Los inconformes elaboraron un pliego petitorio, que fue firmado por al menos 25 representantes de las agrupaciones artísticas de la ciudad y sería entregado al alcalde Alberto Islas Reyes.
Los grupos de artes escénicas que se presentan en el teatro J.J Herrera y en El foro Guadalupe Balderas del Centro Recreativo Xalapeño desde el mes de febrero pasado, les notifican de un impuesto que supuestamente, la Dirección de Ingresos, los grupos escénicos omitimos pagar en su debido momento y por no haberlo pagado ahora deben cubrir multa, recargos y gastos de notificación.
Además, la Dirección de Ingresos les informó del impuesto por boletaje que, a partir de este año 2025 debían pagar. Este impuesto corresponde al 3.45 % de los boletos vendidos en cada función.
Maximiliano Madrigal indicó que la comunidad artística decidió levantar la voz contra las políticas fiscales hostiles por parte del ayuntamiento, que afectan su trabajo y desarrollo.
“Manifestamos nuestro total rechazo por la implementación de la actual política fiscal en contra de nuestro gremio en este municipio. Es sabido el carácter de la ciudad como semillero y residencia de artistas y productores de arte y cultura. No obstante, sin previa socialización, se ha impuesto en marcha una política hostil de recaudación que en muchas formas resulta desequilibrada, dada la precariedad de condiciones con que los artistas realizamos nuestro trabajo”.
Los afectados comentaron que se requiere un proyecto cultural claro en la capital veracruzana, que sea presentado por las autoridades municipales y elaborado en coordinación con los grupos artísticos.
“Sin un proyecto de desarrollo cultural claro, tanto a nivel estatal como municipal, se desatiende el estado de vulnerabilidad económica con el que se realizan y difunden los procesos artísticos y productos culturales”.
Los quejosos demandaron la abrogación de la actual reglamentación que fiscaliza inequitativamente a los productores artísticos locales y sus funciones, así como la eventual producción del cabildo de un reglamento que privilegia y fomente el desarrollo del trabajo artístico local.


