Comunicado de la Arquidiócesis de Xalapa
La imagen del banquete es muy frecuente en la Biblia para hablar del reino de Dios. Jesús la usa muy a menudo. Es uno de los símbolos más repetidos en el evangelio. El banquete es una forma de expresar que el reino es justicia, alegría, gozo, solidaridad, bonanza y paz para todos sin exclusión de nadie. Así lo afirma Jesús: «Vendrán del norte y del sur, del oriente y poniente, a sentarse en el banquete del reino de Dios» (Lucas 13, 29). El banquete del reino es bonanza para todos, por eso cada ciudadano y creyente deben tener lo necesario material y espiritualmente para poder vivir con dignidad y alcanzar así su vocación de realización humana y divina. Será una labor constante entre gobierno y ciudadanía lograr que cada mexicano y veracruzano tengan lo necesario para vivir dignamente. Jamás será aceptable que muchos mexicanos y veracruzanos vivan en la pobreza en un pais con tantas riquezas.
Todos los recursos del país, que son abundantes, se deben utilizar para el bien de cada ciudadano y para instaurar un verdadero desarrollo integral. La auténtica generosidad no se debe practicar usando los recursos que son de todos para beneficiar a los del propio grupo. Nadie debe favorecer económicamente a unos cuantos y olvidar a muchos, para obtener poder sobre algunos grupos, porque entonces se privatizan los recursos que son de y para todos.
El banquete del reino de Dios no es un privilegio que se adquiere por títulos o etiquetas; es más bien un don gratuito del que gozan todos los que luchan por él, sean creyentes o no. El banquete del reino de Dios es un tesoro abundante que ofrece criterios de juicio, valores, modos de vida y una visión integral del ser humano para poner al centro a la persona que ame a Dios y sus conciudadanos.


