Hora cero
El reconocimiento a la disciplina financiera en Veracruz
Luis Alberto Romero
La noticia no es menor: en menos de tres meses, tres de las principales agencias calificadoras internacionales —Fitch Ratings, HR Ratings y Moody’s— elevaron la calificación crediticia de Veracruz.
Lo que hasta hace unos años parecía impensable, hoy es un hecho: la entidad que arrastraba una deuda asfixiante y un historial de opacidad financiera ha ganado terreno en disciplina fiscal.
Fitch Ratings mejoró la nota de Veracruz de A-(mex) a A(mex) con perspectiva estable, reconociendo la mejora en la recaudación, el control del gasto y la reducción de deudas históricas. El informe de la calificadora subraya avances importantes: liquidación anticipada de créditos, regularización de la nómina educativa, centralización de compras y disminución de pasivos con el SAT y el ISSSTE. Estos ajustes, técnicos en apariencia, implican un cambio de fondo: un gobierno que planea con responsabilidad y que ya no destina el presente a pagar errores del pasado.
Por su parte, HR Ratings también elevó la calificación de Veracruz de HR A- a HR A y modificó la perspectiva a Estable. Entre los factores que destacó está uno de los logros más significativos de la administración de Rocío Nahle: cerrar el año sin contratar deuda de corto plazo, un recurso al que gobiernos anteriores recurrían para pagar nómina y compromisos de fin de año. Esta vez no hubo necesidad de préstamos extraordinarios: la planeación permitió cumplir con las obligaciones sin hipotecar el futuro.
Moody’s, finalmente, ratificó en AAA.mx los 13 créditos contratados por la entidad y mejoró la calificación de A-.mx a A.mx con perspectiva estable.
El mensaje es contundente: Veracruz no solo paga puntualmente, sino que tiene condiciones para crecer con estabilidad.
Esto significa que, en adelante, el Estado podrá acceder a financiamientos en mejores términos, con tasas de interés más bajas y mayor confianza de inversionistas. En otras palabras, cada peso prestado rendirá más, porque se adquirirá con mejores condiciones de mercado.
La mejora crediticia no es un logro abstracto. Tiene implicaciones directas en la vida de los veracruzanos: menor presión por deudas heredadas, más recursos disponibles para obras carreteras, hospitales, escuelas y sistemas de agua potable. El fortalecimiento de la salud financiera abre espacio para invertir en lo social y en lo productivo. Y lo hace con una perspectiva estable, que garantiza continuidad en los resultados durante 2025 y 2026, según estimaciones de Moody’s.
Este triple reconocimiento internacional implica que Veracruz ya no es sinónimo de crisis financiera, sino de recuperación. La gobernadora Rocío Nahle lo ha dejado claro: no habrá nueva deuda durante su administración, y los recursos liberados por la disciplina se destinarán a infraestructura y bienestar social. Se trata de un cambio que coloca al Estado en una posición privilegiada frente a inversionistas y frente a la Federación.
Por primera vez en décadas, Veracruz deja de ser noticia por el colapso de sus finanzas y se convierte en ejemplo de cómo la transparencia y la disciplina pueden sentar las bases del desarrollo. La calificación crediticia no solo mide números, mide confianza.
Hoy, por primera vez en las últimas 6 administraciones estatales, el gobierno veracruzano deja atrás la etapa en que el endeudamiento era común; y el crecimiento de los pasivos, exponencial.
@luisromero85


