La vuelta a Veracruz en un teclazo
La herencia apestosa
Yamiri Rodríguez Madrid
En cualquier municipio si fallan los servicios, falla todo: se puede tener un presidente municipal muy preparado, simpático y cercano, pero si las calles están oscuras, llenas de baches o no pasa el camión de la basura, su aprobación se derrumba. Esto viene a colación porque ya en la cuenta regresiva de que entren las nuevas autoridades veracruzanas, deben tener muy bien diagnosticado como van a recibir en esta materia.
Sin ser videntes, el tema de la basura es siempre uno de los principales problemas en el arranque de una nueva administración. Cuando llega un nuevo presidente o presidenta se da cuenta de que solo tiene un par de camiones para atender a una población de cien mil habitantes o que, de plano, ni eso tiene; entonces las primeras semanas se ven cabeceras municipales y localidades atiborradas de basura, lo que de arranque genera que la primera impresión de su trabajo sea de ineficientes.
Le pongo un ejemplo. A menos de tres meses del cambio, el Pueblo Mágico de Coatepec ya tiene severas complicaciones en la recolección de basura. Esto es porque de 9 camiones que había al inicio de la administración hoy ya solo, dicen, quedan 3, por lo que han tenido que meter camionetas a sacar un poco de basura. Al no ser unidades para este fin, el Ayuntamiento no solo gasta más en combustible, sino que la gente está molesta y la imagen que hoy proyecta el municipio es de sucio y descuidado. A eso se suma que si bien en el acta de entrega-recepción habrá 9 camiones recolectores de basura, en la realidad solo funcionarán 3 y el nuevo edil tendrá además que sacar dinero pronto para mandar a reparar los 6 que no sirven. Como difícilmente le dejarán dinero en caja, tendrá tremendo problemón encima y, peor aún, las unidades se le harán chatarra.
Por eso, insisto, bien harían en ir pidiendo cuentas puntuales, porque la paciencia de la gente es cada vez menor. Que nadie se diga sorprendido.
@YamiriRodriguez
