Juan David Castilla
El estado de Veracruz ha implementado una nueva estrategia financiera para la atención de desastres naturales, proyectando una capacidad de respuesta significativamente superior a la anterior, según declaraciones del secretario de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN), Miguel Santiago Reyes Hernández.
Esta reformulación busca garantizar la restauración inmediata de zonas afectadas, como Poza Rica y municipios del norte, mediante la capitalización del Fideicomiso de Protección Civil, el cual podría disponer de hasta 280 millones de pesos.
El funcionario señaló que la administración anterior presentaba deficiencias sustanciales en la gestión de emergencias, principalmente debido a la dependencia del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN).
Dicho mecanismo imponía restricciones operativas significativas, supeditando la disposición de recursos a una declaratoria federal que podía demorar, incluso si no era solicitada por el Gobierno Estatal.
Reyes Hernández también destacó la opacidad y el uso indebido que caracterizaron al FONDEN. El objetivo primario de este fondo, según el secretario, se desvirtuó, priorizando supuestamente las compras mediante asignaciones directas con precios inflados, lo que convertía el esquema en un beneficio para funcionarios y particulares a costa de la desgracia pública.
Adicionalmente, el seguro catastrófico previamente contratado por el estado demostró ser ineficaz. Su costo oscilaba en $175 millones de pesos, pero la máxima cantidad disponible era de apenas $28 millones, los cuales además se integraban con considerable retraso.
Para corregir estas deficiencias, la administración actual ha llevado a cabo reformas normativas y financieras, incluyendo modificaciones a la Ley de Protección Civil.
La medida central ha sido la reestructuración de las reglas de operación del Fideicomiso de Protección Civil. Esta optimización permite ahora la utilización de recursos de manera inmediata y directa, multiplicando por diez la capacidad de respuesta financiera previa (alcanzando los $280 millones) y garantizando mayor transparencia en la aplicación de los fondos.
La estrategia estatal ante desastres es
ahora integral, abarcando desde el abasto de alimentos y medicinas hasta la rehabilitación de infraestructura educativa y la reactivación económica de las zonas impactadas, con la vinculación activa de múltiples dependencias.