La desconfianza en la FGE / Hora cero

Hora cero

La desconfianza en la FGE

Luis Alberto Romero

La confianza ciudadana en las instituciones de procuración de justicia es un indicador que debe tomarse en cuenta a la hora de evaluar su desempeño. En Veracruz, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, muestran que esa confianza sigue siendo frágil.

De acuerdo con la fuente, poco más del 70% de la población veracruzana confía en la Fiscalía General de la República, mientras que solo el 62% lo hace en la Fiscalía General del Estado de Veracruz; es decir, el 38% de los veracruzanos no confía en el órgano de procuración de justicia.

Esta diferencia en puntos porcentuales puede parecer menor, pero en realidad refleja un problema estructural: la distancia entre la ciudadanía y las instituciones locales de justicia. Mientras la FGR mantiene una percepción relativamente sólida a nivel nacional —con 64.5 % de confianza promedio—, las fiscalías estatales apenas alcanzan el 57%. En Veracruz, esa brecha se amplía por factores que van desde la lentitud procesal y la falta de resultados en investigaciones, hasta el trato desigual que percibirían las víctimas al acudir a denunciar.

El descrédito no surgió de la nada. Por años, la fiscalía veracruzana ha enfrentado señalamientos por su ineficacia y su aparente sometimiento a intereses políticos. Las carpetas que no avanzan; casos sin resolución y falta de atención digna a las víctimas han ido minando la credibilidad institucional. Y aunque en los últimos años se han implementado esfuerzos de modernización, éstos no han sido suficientes para revertir la percepción de una justicia selectiva y distante.

El dato de confianza del INEGI se complementa con otro que resulta igualmente revelador: el 93% de los delitos en México no se denuncia.

Esa “cifra negra” refleja, entre otras cosas, la falta de fe de los ciudadanos en que las autoridades locales actúen con eficacia. Cuando la población desconfía del Ministerio Público, el sistema entero se resquebraja.

Veracruz no es la excepción. Su Fiscalía enfrenta el reto de reconstruir una relación rota con la sociedad. No bastan los discursos sobre autonomía ni los informes de buenas intenciones; se requieren resultados, investigaciones que avancen, atención empática —como la que no han tenido los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas— y transparencia en los procesos.

Este 22 de octubre se conmemora el Día Nacional del Ministerio Público, una fecha que debería servir más para la reflexión que para la celebración. En un estado con una historia reciente marcada por la violencia, la impunidad y la desconfianza, la FGE de Veracruz tiene la oportunidad —y la obligación— de demostrar que puede ser parte de la solución y no del problema.

Porque la confianza ciudadana no se decreta: se construye con justicia que se vea, que se sienta y que se cumpla.

@luisromero85