Cuauhtémoc Blanco, actor de telenovela legislativa / José Luis Enríquez Ambell

CAFÉ DE MAÑANA
Por José Luis Enríquez Ambell

CUAUHTÉMOC BLANCO, ACTOR
DE TELENOVELA LEGISLATIVA

El exfutbolista internacional mexicano y exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ahora en su etapa como diputado federal, continúa en la controversia política y la vida pública, con tropezones que lo tienen en la línea del offside (fuera de juego).

El tema polémico actual es que el diputado estuvo jugando pádel durante una sesión virtual de la Comisión de Presupuesto, hecho que se hizo viral en un video donde se le ve sin el menor interés por participar en la discusión de temas relativos a la Ley General de Aguas.

El sonido de los raquetazos, las voces de los jugadores y el propio diputado —que entre que atendía y no la lista de asistencia—, y a quien le preguntaban sobre el sentido de su voto, dejaron al descubierto que a nuestro flamante deportista y legislador no parece importarle mucho el rumbo del país ni la población en su conjunto.

Si bien las imágenes han dado la vuelta en noticieros deportivos y generales, también es verdad que provocaron críticas por el nulo compromiso social así como, la falta de responsabilidad pública de uno de los referentes del futbol mexicano. Aunque el exjugador de los Tiburones Rojos de Veracruz se escudó diciendo que, por recomendación médica, practica pádel, no se entiende ni se justifica su conducta. Ojalá el Poder Legislativo del Congreso de la Unión tome una decisión y sanción ejemplar en su contra.

Ya de por sí, el exgobernador de Morelos ha enfrentado acusaciones de violencia política de género. La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó que Blanco cometió violencia política de género contra una exdiputada de Morena cuando era gobernador, por lo que quedó incluido de forma definitiva en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género.

Incluso hay denuncias por intento de violación y una solicitud de desafuero. A principios de 2025, una mujer que dice ser su familiar lo acusó públicamente de intento de violación. Blanco lo negó, mientras la denunciante reportó haber recibido incluso amenazas.

Lo anterior llevó a que en marzo pasado la Fiscalía de Morelos solicitara a la Cámara de Diputados su desafuero para poder investigarlo por el presunto delito. Con la protección de Morena —no de todos—, la mayoría guinda y sus aliados votaron por desechar la solicitud, otorgándole un respiro político. Como condición, se le pidió comparecer ante la Fiscalía de Morelos.

Ahora sí, el VAR (Árbitro Asistente de Video) no lo pudo proteger en su tropiezo y falta: jugar fuera de la arena legislativa mientras practicaba pádel.

Los señalamientos contra Cuauhtémoc Blanco desde su etapa como jugador y como gobernador siguen a su incursión legislativa. Ese historial empieza a pegarle a Morena.

En el rejuego político del Congreso, los acuerdos se estarían encaminando a prescindir de quien fue una estrella del balompié, ahora dentro del grupo de Morena.

Quienes comandan los grupos legislativos dialogan y llegan a acuerdos para seguir transitando con la mayor armonía posible. Esos equilibrios parecen valerle poco —o nada— a don Cuauhtémoc, pero no al grupo mayoritario.

La famosa “cuauhtemiña” no le está saliendo al exfutbolista. Corre la versión de que se estudia dejar de protegerlo, pues sus excesos bajo fuero parlamentario no contribuyen a flexibilizar la relación entre los grupos.

DE SOBREMESA

Los arreglos internos y externos de la gobernabilidad legislativa y parlamentaria están por encima del individuo, se llame Cuauhtémoc Blanco o como se llame.

UN CAFÉ LECHERO LIGHT

Hace unos meses, la valiente posición de la diputada local en Veracruz Tanya Carola Viveros Cházaro fue en defensa de algunas compañeras diputadas federales, al no estar de acuerdo en mantener el fuero a Cuauhtémoc Blanco.

No le faltó razón. Si el propio diputado dijo desde tribuna estar tranquilo, no habría por qué evitar que enfrentara el proceso judicial sin fuero. No sucedió.

Así que no debe extrañar que ahora, por andar jugando pádel, diga que le vale si procede una multa como lo dicta la normatividad legislativa en San Lázaro.

En resumen, la bravuconada de Blanco podría erosionar más las esferas políticas y legislativas de Morena si no se le ponen correctivos en aras de la gobernabilidad con responsabilidad.

¡ES CUANTO!

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