Exigen tubería para evitar colapso de 13 casas en Tlalnelhuayocan

Juan David Castilla

En la privada de Durazno, el regreso de la temporada de lluvias no trae alivio, sino una amenaza que se reactiva. Tras cuatro años de incansable lucha comunitaria, el socavón que perfora el subsuelo de esta calle privada ha vuelto a «resurgir», poniendo en jaque el patrimonio y la seguridad de trece familias.

«Tenemos 15 años de vivir aquí. El socavón que estaba ya dormido volvió a resurgir por cuestión de la lluvia, algo que es inevitable, pero estas lluvias sí nos han afectado bastante,» relata Francisco Martínez, uno de los vecinos afectados.

Hace cuatro años, el hoyo inicial alcanzó los 10 metros de profundidad. Desde entonces, los vecinos han dedicado fines de semana y días libres a una agotadora labor de relleno.

«Durante cuatro años se ha trabajado constantemente para tapar el socavón. Hoy en día está tapado, pero es un relleno que se puede ir en cualquier momento, o sea que está latente esto”, añadió.

El trabajo ha contado con el apoyo de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS) que ha facilitado material y maquinaria. Sin embargo, este esfuerzo titánico pende de un hilo. Cada vez que llueve, el agua se filtra y se lleva consigo la tierra y el escombro.

“Cada noche que llueve o en el día se ve cómo se deslaba todo lo que se ha rellenado,» afirma el vecino.

Si el deslave continúa, las 13 casas de la privada corren un riesgo inminente. El colapso no solo afectaría a las estructuras, sino que pondría en peligro a las más de 10 niñas y niños que viven en este callejón.

La comunidad, compuesta en su mayoría por albañiles y gente de campo que trabaja al día, ha encontrado un muro de burocracia en el Ayuntamiento. A pesar de que el socavón se ubica en lo que es legalmente una propiedad privada, Protección Civil intervino hace cuatro años reconociendo que la falla geológica afecta a «terceras personas», es decir, a todas las casas colindantes.

A pesar de los oficios presentados a la administración municipal y el dictamen inicial de Protección Civil, la ayuda oficial se ha quedado en promesas y delegación de responsabilidades. «Verdaderamente se puede decir que estamos solos,» lamenta Martínez.

El objetivo de los vecinos no es pedir una ayuda total, sino una colaboración focalizada y urgente. La solución técnica, según los dictámenes y la experiencia de la comunidad, es la canalización del agua. Para ello, se requieren: 22 tubos de un diámetro considerable (aproximadamente 20 pulgadas), cuyo costo estimado por tubo va de 4 mil a 5 mil pesos.

«No queremos ayuda total, sino solamente lo que se requiere son tubos y nosotros ponemos las manos de obra,» reitera Martínez.

El llamado es claro y directo a las autoridades, sean estatales o municipales: que se apoye con la adquisición de los materiales. Los vecinos de la Privada de Durazno están listos para trabajar, como lo han hecho durante cuatro largos años.

Su único ruego es conseguir los tubos para «proteger la propiedad de nosotros y a los muchos niños aquí hay.»