Devotos de San Judas Tadeo piden un milagro ante crisis del campo

Juan David Castilla

Cientos de familias de la localidad El Guayabo, municipio de Emiliano Zapata. celebraron este 28 de octubre a San Judas Tadeo, el santo de las causas difíciles y desesperadas, en una fiesta marcada por la devoción y la esperanza de superar la crisis económica que golpea al campo veracruzano.

Entre cánticos, comida y la tradicional procesión de figuras, la fe se convirtió en un refugio ante los bajos precios de los productos agrícolas, comentan los campesinos de la comunidad El Guayabo, municipio de Emiliano Zapa

La celebración anual, que reúne a figuras del santo de diversas viviendas, es un acto de agradecimiento y una súplica para los próximos meses. Sin embargo, el ambiente festivo se mezcla con la preocupación de los agricultores locales, quienes ven cómo sus cosechas de limón, tomate y café se enfrentan a un mercado inestable.

Uno de los devotos con mayor tradición en la zona es Juan Amaro Ojeda, de 65 años, quien ha participado en este festejo durante más de tres décadas.

Con la voz entrecortada, don Juan explicó cómo la fe ha sido su única aliada frente a las pérdidas en sus cultivos, y subrayó la necesidad de la intervención divina para subsistir.

“Ahorita lo que queremos es que la cosecha de café nos recomponga un poquito. Los precios del tomate están muy bajos, igual el limón, está por los suelos. No tenemos ni para comer ni para los peones; no sacamos”, expresó.

Don Juan Amaro, quien se dedica a cultivar limón, café y ha apoyado a sus hijos en la cosecha de tomate, enfatiza que la fe es lo único que mantiene a su familia y a otros agricultores a flote.

“Mal que bien, pues no me ha ido. Ahí la llevo, poco a poco, poco a poco… los milagros que le pido, sí me los da. Él nunca nos ha dejado solos en el trabajo, porque él es el patrón del trabajo. Y lo que nosotros queremos es que no nos falte el trabajo”, añadió.

La tradición, que comenzó para Don Juan Amaro hace unos 30 años con una pequeña figura, ha crecido hasta involucrar a su familia y a otros vecinos. La celebración en Emiliano Zapata se lleva a cabo en distintas viviendas, donde cada familia alberga una figura de San Judas Tadeo, reforzando la unión comunitaria.

«Cada santito es una vivienda y aquí lo celebramos. Yo y mis hijos, y el señor Chacón Muñoz de Castillo, Veracruz, andamos con esto,» comentó don Juan.

La fiesta concluyó con la promesa de los devotos de seguir asistiendo cada año, llevando música y una modesta comida a la congregación, con la firme esperanza de que el santo, patrón de las causas perdidas, interceda para que el precio de su trabajo en el campo les permita salir adelante.