Hora cero
IPE, siete años de estabilidad financiera
Luis Alberto Romero
En tiempos donde la confianza en las instituciones públicas suele ponerse a prueba, el Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz (IPE) se ha consolidado como un ejemplo de administración responsable y transparente.
En los últimos siete años, el organismo ha demostrado que el manejo honesto de los recursos no sólo es posible, sino indispensable para garantizar el bienestar de miles de trabajadores y pensionistas veracruzanos.
Actualmente, el IPE atiende a más de 37 mil pensionados, y cuenta con casi 99 mil trabajadores activos, que cubren sus cuotas. Para cumplir con el pago puntual de pensiones y jubilaciones, otorgar préstamos, cubrir seguros de enfermedad y gastos funerarios, el Consejo Directivo del Instituto aprobó para 2025 un presupuesto de 12 mil 82 millones de pesos. Lo importante no es únicamente el monto, sino la manera en que se ha administrado con pulcritud, legalidad y visión de largo plazo.
El respaldo del Gobierno del Estado ha sido determinante. Desde hace siete años, Veracruz ha destinado recursos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) para sostener las finanzas del sistema de pensiones. Este fondo, que busca sanear y modernizar los sistemas estatales, ha sido utilizado en Veracruz con apego a la norma y bajo permanente vigilancia fiscal.
Tan solo en el presente ejercicio fiscal, el IPE recibió 4 mil 300 millones de pesos de dicho fondo, recursos sujetos a fiscalización federal. Entre 2019 y 2024, la cifra acumulada asciende a más de 21 mil millones de pesos, sin que se haya emitido una sola observación por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). En un país donde los desvíos y malos manejos han sido una constante, ese hecho significa que el Instituto cumple con su marco normativo y que cada peso federal se ha aplicado con honestidad.
Además, el Instituto tampoco ha recibido observaciones o señalamientos por parte del Órgano de Fiscalización Superior del Estado.
En términos generales, la gestión del IPE durante los últimos 7 años ha refleja la disposición de garantizar certeza y tranquilidad a los pensionados, quienes dedicaron su vida al servicio público.
El desempeño del Instituto se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, que impulsa tanto la transparencia como el uso eficiente de los recursos púbicos, así como con el Plan Veracruzano de Desarrollo, cuyo eje de “Gobierno Honesto, Transparente y Digital” busca fortalecer la confianza ciudadana.
A propósito de las revisiones del ORFIS y de la ASF, de las cuales salió limpio, hoy el IPE ha dado muestras de su compromiso con el aseo en el manejo de los recursos. En un entorno de creciente escrutinio público, su desempeño financiero es motivo de reconocimiento: el Instituto no sólo paga puntualmente a sus derechohabientes, sino que también honra su papel como garante de estabilidad y como ejemplo de administración pública limpia.
La Luz del Mundo en el Beto Ávila
El estadio Beto Ávila fue rentado de forma reciente para un evento masivo de la iglesia La Luz del Mundo, cuyo líder y otros altos mandos están presos en Estados Unidos o prófugos por delitos que van desde el crimen organizado hasta la explotación infantil.
La decisión resulta, cuando menos, insensible. No se trata solo de un acto religioso, sino de un mensaje político y ético preocupante: se permitió el uso de un espacio público a una organización bajo severos señalamientos internacionales.
Si, como se comenta, hubo recomendaciones oficiales para no autorizarlo y aun así se realizó por tres millones de pesos, el problema no es económico, sino moral. El estadio pertenece a las y los veracruzanos, no a quienes lo administran como negocio privado.
Hay cosas que el dinero no debería comprar.
@luisromero85



