Redacción
El reciente anuncio del Secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, sobre la ampliación del bachillerato —que contempla la creación de nuevos planteles, la expansión de los existentes y la reconversión de secundarias para que operen como media superior— representa un paso firme hacia el cumplimiento del derecho a la educación para todas y todos los jóvenes de México.
Esta iniciativa no surge en el vacío: es resultado de un liderazgo claro y comprometido. Bajo la conducción de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el sistema educativo nacional recibe un impulso estructural que trasciende hacia una visión de equidad, oportunidad y desarrollo social sostenible.
Sheinbaum, científica, académica y primera mujer en ocupar la Presidencia, ha dejado claro que la educación es el corazón de su proyecto de nación: una política de bienestar, justicia y transformación institucional.
En este contexto, el anuncio del Secretario Mario Delgado adquiere un nuevo significado. No se trata únicamente de abrir más aulas, sino de dar continuidad a una política pública que consolida la transformación educativa iniciada en los últimos años. La suma de recursos, la coordinación entre niveles de gobierno y la voluntad política abren un horizonte donde ningún joven quede fuera por falta de espacio, infraestructura o apoyo.
Los beneficios de esta medida son tan diversos como trascendentes:
• Más oportunidades de vida: la ampliación del bachillerato permitirá que miles de jóvenes, antes limitados por la distancia o la saturación, puedan continuar sus estudios.
• Optimización de recursos: la reconversión de secundarias en planteles de media superior reducirá tiempos de espera y ampliará la cobertura educativa.
• Equidad territorial: al priorizar zonas marginadas o de menor atención, se avanza en la reducción de brechas históricas y se impulsa el desarrollo regional.
• Certidumbre institucional: el respaldo conjunto de Sheinbaum y Delgado coloca nuevamente a la educación en el centro de la agenda pública, transformando los discursos en resultados concretos.
El reto ahora es garantizar que cada aula se entregue a tiempo, equipada con docentes capacitados, tecnología y conectividad, y que la infraestructura no sea un fin en sí mismo, sino una herramienta para construir futuros con esperanza y dignidad.
Esta alianza política y educativa entre la Presidencia y la Secretaría de Educación marca una oportunidad histórica: construir no solo más escuelas, sino más futuro.
Cuando el Estado coloca cimientos firmes, la juventud puede levantar sus propios sueños sobre bases sólidas. Y bajo este liderazgo conjunto, la ampliación del bachillerato se presenta no como un simple proyecto de infraestructura, sino como una apuesta por el progreso, la movilidad social y el bienestar colectivo.
La educación media superior fortalecida, conectada y expandida abre las puertas a un México más justo y preparado.
Gracias a la visión de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y al trabajo decidido del Maestro Mario Delgado Carrillo, la llave del futuro vuelve a estar en manos de quienes más la necesitan: nuestras y nuestros jóvenes.



