ColumnaSinNombre
Remenber el chiquihuitazo
- ¡Mooookos, Lyn May!… Tapón de boca para el “Tío Hétor”.
@pablojair
Esos pinchis Dodgers no sirven pa’ nada
—Chopenjawer
En el año 2003, con mis brothers Manuel Carrillo y Roberto Pérez nos fuimos a la zona de Orizaba a hacer un trabajo para CNI Canal 40, la que —en mi humilde opinión— ha sido una de las mejores televisoras en la historia de México. (El noticiero nocturno de Denise Maerker y Ciro Gómez Leyva era, por mucho, lo mejor: muy por encima de Televisa y Tv Azteca).
Carrillo era el corresponsal para Veracruz y su servilleta le ayudaba como camarógrafo. Le encargaron el tema del secuestro del candidato a diputado federal Mario Zepahua, noticia que causó revuelo nacional. Debo anotar que apenas estaban saliendo los celulares y para usar internet se tenía que ir a un negocio donde lo rentaran.
Contactamos a algunas personas que trabajaban para Zepahua, pero no querían declarar por lo delicado del asunto. Nos dieron las ubicaciones de sus negocios, su casa y subimos por la sierra de Zongolica en el super Atos del Manuel. Recuerdo que estaba lloviendo mucho.
Nuestro gran logro fue conseguir un video del día cuando fue secuestrado, donde aparecían los presuntos responsables en un mitin de Zepahua, mientras éste daba un discurso.
Para ese entonces, las imágenes se enviaban vía microondas: tenías que ir a una instalación de Telmex y conectarte al transmisor. Dependiendo de la capacidad financiera de la empresa (usar satélite era carísimo) te daban de 5 a 15 minutos para enviar tus imágenes, cronométricamente medidos: si estabas agendado a las 6 de la tarde para 15 minutos, a las seis comenzaba a correr el espacio de envío; si llegabas a las 6:10, sólo te quedaban sólo cinco minutos para transmitir.
Poco antes de ir a Telmex, Carrillo recibió una llamada avisando que nos peláramos de Orizaba porque ya sabían del video y nos andaban buscando. ¿Quiénes? Quién sabe… Quesque malandros, quesque la Policía Estatal…
Y ahí nos ve saliendo por las Cumbres de Maltrata, entre oscuridad, lluvia y niebla…
Obviamente el video —exclusivo para CNI Canal 40— no iba a salir en el noticiero de esa noche, ya que no se pudo enviar el material.
Manuel reportó a las oficinas de CNI en la Ciudad de México la situación y nos dijeron que nos veríamos en una caseta de Puebla para entregar físicamente el video. Nos quedamos por la madrugada (todos mojados y con frío) en una gasolinera y de ahí nos iríamos temprano a la mentada caseta. ¿Por qué no se hizo transmisión desde la capital del camote? Supongo que entonces CNI tenía problemas financieros como para andar pagando el satélite.
Pero cuando buscábamos el punto de reunión, ya estábamos entrando al otrora DF por Zaragoza. Encontramos un estacionamiento por el aeropuerto y de ahí tomamos un taxi al World Trade Center, donde se ubicaba CNI…
Aquí cabe comentar que los problemas financieros de CNI comenzaron con el boicot comercial que promovieron empresarios ultracatólicos en defensa del sacerdote pederasta Marcial Maciel, ya que Canal 40 fue el único canal de televisión que dio voz a sus víctimas y presentó sus historias. Empresas como Bimbo, entre otras más, cancelaron su publicidad a la televisora y ésta entró en crisis.
Cuando llegamos a las instalaciones de CNI, andábamos entre emocionados y chilapastrosos; ahí nos recibió “Maru”, la jefa de corresponsales; y Manuel Feregrino, quien usaba una playera colorida del Ché Guevara. Se entregó el video y va pa’ atrás al sur de Veracruz.
Lo que más llamó la atención era la excesiva seguridad y no era para menos: meses antes, un comando tomó con violencia las instalaciones de CNI en el Cerro del Chiquihuite, donde estaba la antena repetidora que daba la señal abierta al Valle de México.
Quizás muy pocos se acuerden de eso, pero el caso fue conocido como “El Chiquihuitazo”: un pleito que llegó hasta la toma violenta de las instalaciones por parte de un grupo armado vinculado a Tv Azteca, que reclamaba el canal como suyo, a la mala.
Y es que el boicot comercial y la crisis del 40 fueron aprovechados de manera maquiavélica por Ricardo Salinas Pliego, el dueño de Tv Azteca, quien prestó un millonario varo e hizo “alianza” Javier Moreno Valle, dueño de CNI, pero luego se cobraría como hacen los usureros: a la mala.
CNI no rajó ni se intimidó: la noche del “Chiquihuitazo” presentó los testimonios (vía tv por cable e internet) de los trabajadores amenazados por los sicarios, quienes les pidieron retransmitir la señal de Tv Azteca por dicha antena. Hubo protestas y una fuerte condena por parte de medios de comunicación, periodistas, intelectuales, políticos, activistas, pidiendo la actuación del gobierno federal en el caso. De ahí salió el famoso y cínico: “¿Y yo por qué?” del presidente Vicente Fox, cuando reporteros le pidieron su intervención.
Al paso del tiempo, la televisora del Ajusco, con argucias legales (ahora ya sabemos que Salinas Pliego controlaba el corrupto Poder Judicial de antes) se hizo de la señal del Canal 40 y nació Proyecto 40, hoy ADN-40.
Pero no debe perderse el detalle de cómo Salinas Pliego ha transitado con impunidad en esa historia por más de dos décadas: nadie ha sido detenido, el gobierno federal nunca intervino y los tribunales han dado largas al caso beneficiando a Tv Azteca, como ha ocurrido con los interminables amparos para no pagar impuestos.
En ese entonces, cuando el secretario de Gobernación, Santiago Creel, mandó a llamar a los dos dueños de las televisoras para tratar de solucionar el conflicto, las crónicas decían que Javier Moreno Valle le recriminó a Ricardo Salinas Pliego: “¡Eres un pillo!”
Se quedó muy cortó: ya ha quedado confirmado que es un verdadero hampón y ahora hasta la ultraderecha y los resentidos contra la “Cuarta Transformeishion” lo andan promocionando como su gallo a la Presidencia de la República en 2030.
Diosito nos libre o nos agarre confesados.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Mientras el “Tío Hétor” hacía show bufonesco en redes sociales diciendo que desaparecieron despensas para afectados en el norte de Veracruz en el Congreso del Estado este miércoles 29, resulta que éstas estaban siendo entregadas en la zona de Chicontepec y Benito Juárez, allá en la alejada Huasteca veracruzana… Tampoco es que tengan qué avisarle sobre dónde andan los apoyos (ni que fuera jefe), pues se sabe que lo han invitado en varias ocasiones para que participe en la entrega, pero prefiere salir en el Tiktok que ayudar a los afectados… Todo sea con tal de llamar la atención, porque en una de esas le pegan sus “chaquetas” disfrazadas de aspiraciones.



