Desde el Café
Tranquilos no pasa nada; ustedes sigan robando
Bernardo Gutiérrez
Soy de los que piensan que ya que Andrés Manuel acabó con los contrapesos, se hubiera hecho el favor completo ordenando la desaparición de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), no por maleta, sino porque nadie le hace caso. Años van años vienen y ahí tienes a los auditores lector, dando a conocer con pelos y señales multimillonarios desfalcos, escandalosos desvíos de recursos, sonados saqueos al erario y no pasa nada.
En lo que se refiere a Veracruz van dos ejemplos emblemáticos que conoces muy bien y uno de la 4T.
En 2004 y faltando semanas para que Miguel Alemán dejara la gubernatura, su gobierno solicitó a Banobras un préstamo por 3 mil 500 millones de pesos que hace 21 años eran toda la lana del mundo. De volada, Banobras soltó los billetes y días después don Miguel se fue. En 2005 la ASF dijo que junto con varios millones de pesos, había un faltante de 3 mil 500 millones en la Cuenta Pública del 2004… y no pasó nada.
Doce años después, en noviembre del 2016, el entonces titular de la ASF, Juan Manuel Portal, dijo que el monto de los desvíos de recursos públicos en Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte “es el más alto que ha registrado la Auditoría Superior de la Federación en su historia”.
Agregó que el desfalco detectado era de 35 mil millones de pesos y por ese motivo existían 54 denuncias penales en la entonces Procuraduría General de la República. “Pero seguramente habrá denuncias adicionales ya que aún falta por conocer el resultado de la Cuenta Pública del 2015”.
Si Veracruz estaba hundido, Duarte estaba más hundido. ¿Y qué pasó? Al tipo lo juzgaron y condenaron a nueve años de prisión por asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Pero del mega atraco no se ha vuelto a mencionar nada.
La semana anterior, la ASF entregó al Congreso local el resultado de la auditoría a la Cuenta Pública del 2024 correspondiente al gobierno de Cuitláhuac García, donde se detectó un presunto daño patrimonial por 1,114 millones 264 mil 800 pesos, principalmente en las Secretarías de Salud y de Educación. Ese señalamiento puso a Veracruz en primer lugar nacional como la entidad con el mayor desfalco del país.
¿Llamarán a cuentas a Cuitláhuac?
Uta… por Dios… ya parece.
Si no lo hicieron con Alemán, ni con Fidel en cuyo gobierno se hicieron humo 14 mil millones de pesos, ni con Duarte a pesar del mega atraco que presuntamente cometió; ni con Yunes Linares que desapareció 4 mil 500 millones en el segundo año de su bienio, ¿tu crees que van a presentar ante un juez a Cuitláhuac por míseros 1, 114 millones de pesos de la Cuenta Pública de su último año de gobierno?
En el hipotético caso de que lo detuviesen podría incluso defenderse con un argumento de catorce palabras: Ah chingá, ¿y por qué nomás a mi si los de antes robaron más?
Se calcula que conservadoramente, entre estos cinco sujetos atracaron a Veracruz con 58 mil millones de pesos, es decir, más que el atraco del huachicol fiscal. Pero la cantidad debe ser mayor ya que en el caso de Alemán, Yunes y Cuitláhuac, puse sobre este texto solamente los faltantes de su último año de gobierno.
De acuerdo con la propia ASF, Duarte habría desfalcado más y Cuitláhuac menos. Pero es un hecho ineludible que los cinco le metieron la mano al cajón del erario. O para decirlo con todas sus letras; uno de sus objetivos principales al llegar a la gubernatura fue robar.
Si si, ok ok, ¿pero qué onda con lo desfalcado?
En el lapso de 21 años han devuelto a las arcas estatales una piscacha de ese dineral y han ido a prisión algunos pelagatos segundones, mientras el grueso de esa megafortuna ya no está en Veracruz. Quizá vacaciona en paraísos fiscales.
¿Y la Auditoría Superior de la Federación?
“Somos los mejores en dos cosas: en hacer auditorías muy profesionales y en hacer corajes entripados, porque ninguna autoridad le hace caso al resultado de nuestro trabajo”, me dijo un auditor que labora en la ASF prácticamente desde el nacimiento de la dependencia hace 25 años.
Y es verdad lector; cada año la ASF presenta con exactitud matemática el monto de lo robado y todavía tiene la decencia de calificarlo de “inconsistencias”, se arma el escándalo mediático y hasta ahí llega el arguende, porque poco o nada se vuelve a saber de los presuntos bandidos y sus inconsistencias.
Si año tras año y sexenio tras sexenio es lo mismo, ¿qué caso tiene que la ASF siga funcionando?
Por eso insisto en su desaparición, no por maleta sino porque a pesar del esfuerzo que hace, su trabajo no se ve reflejado en un castigo ejemplar para los malos funcionarios.
Y ante tanta impunidad, unos más otros menos, pero todos siguen robando.
bernagup28@gmail.com



