Juan David Castilla
El sector gasolinero en Veracruz enfrenta un doble embate de la delincuencia en lo que va de 2025: un alarmante repunte del robo de combustible (huachicol) y la persistencia de asaltos con violencia en estaciones de servicio.
El robo de hidrocarburos registró un drástico aumento en la entidad durante el primer trimestre del año. De acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex), el número de tomas clandestinas detectadas se disparó un 93% al pasar de 32 en el mismo periodo de 2024 a 62 en 2025.
Este fenómeno se concentra en los ductos que transportan gasolina y diésel, y también se reporta un repunte en el robo de Gas LP «gaschicol”, cuyas tomas clandestinas pasaron de un promedio de 21 a 25 mensuales en el mismo periodo.
Paralelamente al problema del huachicol, las estaciones de servicio continúan siendo blanco de la delincuencia para el robo directo de efectivo. Las incidencias han sido variadas en cuanto a monto y ubicación.
Por ejemplo, en mayo de este año, dos asaltantes en motocicleta robaron un cuantioso botín de más de 185 mil pesos de la oficina gerencial de una gasolinera ubicada cerca de Paso del Toro, en el municipio de Medellín de Bravo.
Un caso similar se registró en octubre, cuando despachadores de una estación en la colonia Tarimoya, en el Puerto de Veracruz, fueron amagados para sustraer cerca de 10 mil pesos en efectivo.
Ante esta situación, la gobernadora Rocío Nahle García hizo un llamado a la ciudadanía en marzo a denunciar de inmediato cualquier delito en gasolineras, reiterando que la estrategia de su administración mantiene una «cero tolerancia» contra la delincuencia.
El incremento en las cifras de tomas clandestinas, junto con la constante incidencia de robos con violencia, representa un desafío crucial para las autoridades de seguridad y el sector empresarial veracruzano.


