Juan David Castilla
La histórica calle Mariano Abasolo, ubicada en el corazón del Pueblo Mágico de Coatepec, ha dejado de ser un remanso de paz para sus residentes.
Los vecinos de esta arteria denuncian robos y asaltos que han generado un clima de miedo e inseguridad, obligándolos a tomar medidas de autoprotección ante lo que consideran una inacción de las autoridades municipales.
El temor se respira en el ambiente, evidenciado por los mensajes de “atención vecinos en alerta” que han sido colocados en varias fachadas de las viviendas, una muestra de desesperación para disuadir a los delincuentes y organizarse de manera comunitaria.
De acuerdo con los testimonios recabados, la actividad delictiva se concentra principalmente durante la noche, una situación que se ve facilitada por dos factores críticos.
Las imágenes de la calle al atardecer muestran luminarias de luz cálida y tenue que no iluminan adecuadamente la calzada ni las banquetas, creando puntos ciegos ideales para que los asaltantes operen sin ser detectados.
Los residentes aseguran que la presencia policial es casi nula, permitiendo a los ladrones actuar con impunidad. Los robos a transeúntes son el delito más frecuente, afectando a estudiantes, trabajadores y adultos mayores que se dirigen a sus hogares tras el anochecer.
«Cada noche es una preocupación. Uno no se siente seguro al caminar por la banqueta porque sabe que en cualquier momento puede ser asaltado. Hemos llegado al extremo de tener que organizarnos entre nosotros», comentó un vecino afectado que prefirió omitir su nombre por temor a represalias.
La comunidad de la calle Mariano Abasolo hace un llamado urgente y directo a la Dirección de Seguridad Pública Municipal y al Ayuntamiento de Coatepec. La principal demanda es clara: mayor vigilancia.
Los vecinos exigen que se intensifiquen los rondines policiales a pie y en patrulla, especialmente en el horario nocturno, para disuadir a los delincuentes y garantizar la tranquilidad de las familias coatepecanas.
La seguridad en esta calle, cercana al centro histórico y parte vital de la imagen turística del Pueblo Mágico, es un tema que requiere atención inmediata para evitar que la ciudadanía siga siendo víctima de la delincuencia.
