Juan David Castilla
La intensa persecución armada registrada la tarde del martes, que inició en Atzizintla, Puebla, y se extendió hasta el municipio veracruzano de Mariano Escobedo, generó una alerta máxima que obligó a suspender las clases este miércoles.
Docentes de comunidades como Loma Grande y Texmola, en la región central montañosa, avisaron a los padres de familia que no habría actividades escolares ante el temor de que los enfrentamientos entre presuntos delincuentes y fuerzas de seguridad continúen.
La refriega, que sembró el pánico entre los habitantes, se desató cuando elementos del Ejército Mexicano detectaron y persiguieron varias camionetas, presuntamente blindadas y equipadas con armamento de alto poder, logrando repeler la agresión en territorio veracruzano.
Aunque ni la Fiscalía General del Estado ni la Secretaría de Seguridad Pública han emitido una cifra oficial, reportes extraoficiales señalan que el enfrentamiento dejó un saldo de entre tres y cinco personas muertas, presuntos agresores abatidos por las corporaciones.
Como evidencia de la intensidad del combate, los involucrados dejaron abandonada una camioneta blindada dañada con múltiples marcas de disparos.
La persecución movilizó un amplio operativo que incluyó el despliegue de elementos de la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
Las corporaciones federales y estatales mantienen un operativo de cierre y rastreo en la zona boscosa, por lo que prevalece también la tensión en las comunidades cercanas al Parque Nacional Pico de Orizaba.
Los cuerpos de los abatidos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) Regional de Orizaba para los trabajos de identificación y las diligencias correspondientes, pero aún no se ha revelado su identidad.
La falta de un posicionamiento oficial mantiene en la incertidumbre a la población, preocupada por la inseguridad en la región de las Altas Montañas, en la zona centro de la entidad veracruzana.
