Verdad y cosa juzgada / Teresa Carbajal

Teresa Carbajal / Debo, no niego; pago, lo justo

Sin duda alguna uno de los momentos más difíciles de afrontar en la vida, es el de reconocer cuando un asunto legal se ha vuelto cosa juzgada.

Es decir, cuando ya no hay más que decir, o hacer; porque todo lo que se haga será inútil pues el caso está totalmente perdido. O ganado en el mejor de los casos, pero no versa sobre este segundo supuesto nuestro ejemplo, por motivo de que, quien gana, tendrá el ánimo y la felicidad hasta el cielo, y eso sí se puede sobrellevar.

La cosa juzgada es la verdad legal y contra ella no se admite recurso, ni prueba de ninguna especie, así lo dice el Código Federal de Procedimientos Civiles, precisamente porque su naturaleza es la de ser irrevocable, e inmutable.

Y aunque la jurisprudencia y la doctrina jurídica, han hecho diversos abordajes sobre el tema, con aproximaciones a la cosa juzgada en sentido formal, cosa juzgada en sentido material y cosa juzgada refleja, lograr vencer la inmutabilidad de una Sentencia que ha alcanzado este rango, es algo que no se ve seguido.

El tema viene al caso, porque derivado de una mala asesoría legal, muchos asuntos relacionados con la defensa del patrimonio, se ven perdidos, ni siquiera por falta de razón; sino por la ausencia de un estudio profundo del expediente y de las resoluciones que han recaído en el mismo.

Desde luego también por falta de experiencia en la atención de asuntos de naturaleza mercantil, o por menospreciar la posibilidad de enderezar una defensa digna, sobre todo si no hay recursos económicos de por medio.

Es muy lamentable cuando en la sala de asesoría del Barzón, me toca escuchar testimonios de personas que aún después de 20 o 30 años, persisten en la idea de su defensa, pero con elementos equivocados, y con hechos incompletos; solo porque un día, un abogado que ni siquiera se tomó el tiempo de revisar el expediente completo, les vende la idea de que tienen la razón. Y de que si perdieron fue por corrupción de las autoridades.

Es innegable que hay casos en donde el influyentismo, la corrupción, y desde luego la estigmatización de “dar por muerto” al deudor, aun sin revisar si tiene o no la razón y solo por costumbre, sean los culpables de que el patrimonio de un deudor se pierda.

Pero hay otros más, en donde el caso se perdió porque nunca lo revisaron en los juzgados, porque no contestaron cuando debió hacerse, o porque no acudieron a las audiencias o no ofertaron las pruebas pertinentes.

Las necedades y el creer tener siempre la razón, son malas consejeras cuando de defensa legal se trata. Desafortunadamente aún son muchos los casos que se pierden por estos motivos.

Cuando alguien no está bien defendido se nota; las personas tienen miedo y no saben explicar en qué va su caso, o qué seguirá después. Cuando alguien está en buenas manos, sucede todo lo contrario.

Y cuando un escrito legal está bien redactado, debe ser un escrito de fácil comprensión para lectura, aun sin ser abogado, pues al final de cuentas el derecho es también lógica.

Sirva el presente también para hacer un llamado a todas aquellas personas que están en situación de desesperanza o desesperación, a no darse por vencidos, nada más porque sí, porque alguien les dijo o porque creen que todo está perdido, mientras haya posesión material o legal, siempre habrá esperanza.

Hay asuntos que parecen perdidos, pero aún no son cosa juzgada. Y eso también es muy cierto. Pero entonces cómo saber, cuando sí o cuando no. Y no caer en manos de personas que harán leña del árbol caído.

Pues en materia de deudas o de defensa del patrimonio familiar, ni le piense, es el Barzón la mejor opción a su alcance, en donde encontrará todas las respuestas pendientes.

No hay mejor inversión, ni descanso del alma, que saberse bien representado, bien defendido. Pues algo tan importante como nuestro patrimonio no podemos dejarlo en manos de cualquiera, y que ¿por qué nos duele tanto lo material?, porque el patrimonio es un atributo de nuestra propia personalidad.

Defenderlo es parte de darle valor y reconocer nuestra Dignidad; pero esta plática será motivo de otro espacio, porque ese tema si está largo.

Visite www.elbarzonrc.org Contacte elbarzonrc@yahoo.com.mx, O sígame en @terecarbajal