La transformación del sistema estatal de pensiones / Hora cero

Hora cero

La transformación del sistema estatal de pensiones

Luis Alberto Romero

Durante años, el Instituto de Pensiones del Estado fue sinónimo de opacidad, malos manejos y saqueo. Los trabajadores del servicio público vivían con la incertidumbre permanente de saber si, llegado el momento, tendrían acceso a una pensión justa y garantizada. Esa etapa quedó atrás. Desde 2018 ―cuando Daniela Griego Ceballos asumió la dirección del Instituto y emprendió una reconstrucción profunda― el IPE dejó de estar al borde del colapso para convertirse en una institución seria, ordenada y con rumbo.

Hoy, bajo la dirección de Octavio Hernández Lara, ese proceso no sólo continúa, sino que se consolida con resultados concretos y verificables.

Los datos más recientes revelan un IPE estable, solvente y con una perspectiva de largo plazo.

En 2024, el Instituto tuvo ingresos por 11 mil 507 millones de pesos y egresos por 11 mil 428 millones, cumpliendo en tiempo y forma con el pago a más de 37 mil pensionados. Esto, que debería ser lo mínimo en cualquier organismo de seguridad social, durante muchos años fue imposible por la mala administración de gobiernos anteriores.

Hoy, la diferencia es evidente: la Reserva Técnica asciende a 3 mil 139 millones de pesos, más del triple de lo que existía en 2016, el portafolio inmobiliario pasó de 4 mil 511 millones en 2018 a 6 mil 193 millones en 2025, el Programa de Préstamos amplió su presupuesto a 805 millones, convirtiéndose en un mecanismo que no sólo beneficia a los derechohabientes, sino que genera rendimientos para el Instituto; y para 2026, el Estado destinará 4 mil 600 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas, lo que otorga mayor estabilidad a mediano plazo.

Estos resultados no son producto de la casualidad. Son consecuencia directa de la confianza y el respaldo que la gobernadora Rocío Nahle ha depositado en el equipo que hoy dirige el IPE.

Desde el inicio de su administración, Nahle dejó claro que la seguridad social de más de 135 mil derechohabientes es una prioridad, y que el Instituto sería manejado con responsabilidad, transparencia y visión técnica. Esa confianza ha permitido avanzar en la ruta de fortalecimiento 2025–2030, un plan que moderniza procesos, mejora ingresos, regula pasivos y protege el patrimonio institucional frente a las presiones actuariales que afectan a todos los sistemas de pensiones del país.

Por ello hoy el IPE no está en riesgo, no enfrenta quiebra ni escenarios de insolvencia; por el contrario, opera con normalidad, crece en activos, sanea su administración y garantiza puntualmente las pensiones.

Lo que hace unos años era una preocupación permanente, hoy es una institución con rumbo, seriedad y capacidad.

Lo importante es que Veracruz atraviesa por una etapa en la que la disciplina financiera del Gobierno del Estado y el profesionalismo del equipo del IPE están dando resultados. Y en un país donde la seguridad social enfrenta problemas estructurales, poder decir que el Instituto avanza, mejora y cumple, es un logro que merece ser reconocido.

Así, el IPE demuestra que la transformación, cuando se ejerce con orden y con visión, es posible. Y hoy, miles de veracruzanas y veracruzanos pueden mirar al futuro con mayor tranquilidad.

@luisromero85