Juan David Castilla
El presidente municipal de Juchique de Ferrer, Cruz Cuevas, fue denunciado públicamente este por un presunto adeudo de 114 mil pesos por la compra de ataúdes, una deuda que data de hace más de dos años y que hoy amenaza el sustento de una familia de intermediarios.
Laura Ramírez González, quien opera el negocio junto a su esposo, acudió al centro de Xalapa para exponer su caso. Aseguró que la cuenta pendiente, que incluye la venta de 24 féretros en febrero de 2024 más un adeudo previo, ha puesto en riesgo su principal fuente de ingresos: una camioneta Nissan-Frontier, modelo 2016, adaptada como carroza.
La denunciante relató que su negocio no es una funeraria, sino un servicio de intermediación que trabaja con una fábrica de ataúdes en la Ciudad de México. Ellos adquieren los féretros mediante la firma de pagarés y utilizan su camioneta adaptada para la distribución y venta en ruta, liquidando la mercancía después.
La falta de pago por parte del alcalde Cruz Cuevas ha provocado que la fábrica ahora les exija la liquidación, amenazando con embargar el vehículo para cobrarse los 114 mil pesos adeudados por el ayuntamiento.
Según el testimonio de Ramírez González, la relación comercial con la administración de Juchique de Ferrer duró tres años. El Alcalde, quien supuestamente buscaba postularse nuevamente, justificaba las compras recurrentes diciendo que los ataúdes eran donados a familias de la comunidad.
La última venta importante ocurrió a fines de febrero de 2024, cuando el edil les solicitó 24 ataúdes con la promesa de liquidar el monto nuevo y el adeudo anterior. Sin embargo, el cheque entregado nunca pudo ser depositado.
La denunciante, quien además padece una condición de insuficiencia renal y fue recientemente trasplantada, señaló que no ha denunciado formalmente por miedo a represalias, ya que constantemente veía al alcalde con personal de seguridad.
Su única petición pública es que el presidente municipal saliente liquide el monto. Además, hizo un llamado al Alcalde electo para que tome conocimiento del caso y evite que la deuda quede oculta al finalizar la administración.
“Solo queremos que nos pague para poder seguir trabajando,” concluyó.
