Juan David Castillo
En un notable contraste con la tendencia de incremento en estados clave como México y Guanajuato, el estado de Veracruz ha emergido como un caso de éxito en la lucha contra el robo de gas licuado de petróleo (LP) en ductos, comúnmente conocido como «huachigas».
Veracruz fue el estado que logró la disminución más drástica en la detección de tomas clandestinas a nivel nacional durante los primeros nueve meses de 2025.
Según el informe del el Instituto de Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), con datos proporcionados por Petróleos Mexicanos (Pemex), la entidad veracruzana demostró una contundencia operativa al reducir significativamente el número de tomas.
En el periodo de enero a septiembre de 2024, se registraron 205 tomas clandestinas. Este número cayó drásticamente a solo 40 tomas en el mismo periodo de 2025.
Esta caída representa una impresionante reducción del 80.49%, convirtiéndose en la mayor disminución en términos porcentuales observada entre los estados con una incidencia inicial alta.
Este resultado es crucial, pues ayudó a contrarrestar la tendencia nacional, donde el total de tomas clandestinas apenas disminuyó un 0.66%, impactado por aumentos alarmantes en otras regiones.
El éxito operativo se ve reflejado directamente en la frecuencia de hallazgos. Mientras que en 2024 Veracruz era uno de los principales focos rojos, para el periodo más reciente (de enero a septiembre de 2025) se identificó una toma clandestina apenas cada seis días y 20 horas, una cifra que subraya la efectividad de las estrategias implementadas en materia de seguridad y vigilancia de los ductos que cruzan la entidad.
Este esfuerzo de Veracruz contrasta con estados como el Estado de México, que experimentó un incremento del 145%, y Guanajuato, que registró un aumento dramático del mil 400%.



