Juan David Castilla
A pesar de los esfuerzos institucionales plasmados en el Programa Anual de Trabajo para la Igualdad y No Violencia 2025 (PATINV2025), las cifras desglosadas y actualizadas sobre la violencia económica y patrimonial contra las mujeres en Veracruz siguen siendo una deuda pendiente con la sociedad.
Mientras que el Gobierno estatal ha reportado una disminución en la incidencia delictiva general durante el primer semestre de 2025, la violencia de género se mantiene como un desafío estructural.
Instituciones como el Instituto Veracruzano de las Mujeres y la Secretaría de Educación están centrando sus esfuerzos en la prevención y la reducción de las brechas de desigualdad, con el objetivo de promover el empoderamiento de las mujeres y asegurar su acceso a una vida libre de violencia.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), la radiografía más reciente que detalla tipos de violencia, el panorama es preocupante: hasta 2021, el 68.2% de las veracruzanas mayores de 15 años había experimentado algún tipo de violencia (psicológica, física, sexual, económica o patrimonial) a lo largo de su vida.
La violencia económica, definida como cualquier acción que impacte en la subsistencia económica de la mujer a través de la limitación o control de sus ingresos o bienes, se presume sigue siendo una de las modalidades más frecuentes y menos denunciadas.
Organismos de la sociedad civil han insistido en la necesidad de fortalecer y transparentar el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (BANAVIM), coordinado a nivel estatal, para que se registren de manera puntual los casos de violencia económica y patrimonial.
La falta de datos actualizados dificulta la creación de políticas públicas focalizadas que ataquen este tipo de agresión, que a menudo deja a las víctimas en una situación de vulnerabilidad económica que les impide salir del ciclo de la violencia.
A pesar de la Alerta de Violencia de Género (AVG) activa en el estado, y los avances en la capacitación de funcionarios públicos con perspectiva de género contemplados en el PATINV2025, la visibilidad de la violencia económica es crucial para su combate efectivo.
Se habla de que el reto para el resto de 2025 es transformar los programas en resultados medibles y hacer públicas las estadísticas que permitan a la ciudadanía evaluar el impacto real de las estrategias contra todas las formas de violencia de género.



