Riesgo sanitario por colapso de drenajes en Central de Abastos Poza Rica

Juan David Castilla

La salud de miles de habitantes de Poza Rica y más de 50 municipios del norte veracruzano está en peligro debido al colapso de la red sanitaria en la Central de Abastos del Sur de las Huastecas (CASH).

La principal central de distribución de alimentos de la región se ha convertido en un foco constante de contaminación, sin que las autoridades brinden una solución integral.

El deterioro de los drenajes se intensificó tras la inundación registrada el pasado 10 de octubre. Semanas después, el panorama persiste: pasillos enlodados, charcos de aguas residuales y un fuerte olor que invade bodegas y áreas de descarga donde se manipulan productos frescos.

La CASH es el punto neurálgico para el abastecimiento de Poza Rica y gran parte de la Huasteca, lo que eleva la alarma por las condiciones insalubres.

Los comerciantes reportan que frutas, verduras y otros alimentos terminan almacenados cerca de filtraciones y desechos fecales, lo que incrementa peligrosamente el riesgo de contaminación y la exposición a agentes patógenos. Esta mercancía, sin filtros ni medidas de seguridad alimentaria, es distribuida posteriormente a negocios y mercados de toda la ciudad.

La preocupación se agrava porque los comerciantes señalan que ninguna instancia gubernamental ha acudido a verificar las condiciones sanitarias en las que se manejan los productos de consumo diario.

A pesar de las reiteradas solicitudes para el desazolve, los trabajos realizados por la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) han quedado incompletos.
Los vendedores indicaron que, en tres ocasiones, unidades vactor de la CAEV acudieron a la Central de Abastos, pero las labores fueron suspendidas sin resolver la problemática de fondo. Los escurrimientos continúan y los olores se intensifican, obligando a locatarios a operar bajo condiciones precarias.

Los afectados advierten que, si no se interviene de manera urgente para reparar la red de drenaje y realizar una limpieza profunda, el riesgo sanitario podría desencadenar problemas de salud pública mayores para toda la población que consume productos distribuidos desde la CASH.