Juan David Castilla
En un llamado realizado en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, la Red Nacional de Refugios (RNR) afirmó que “en México, la violencia contra las mujeres no disminuye: se agrava”.
Esta crítica cobra una relevancia especial en Veracruz, un estado que enfrenta múltiples declaratorias de Alerta de Violencia de Género (AVG) y donde la alta incidencia demanda una expansión urgente de los espacios de protección para mujeres, niñas y niños.
La organización exigió al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a las autoridades estatales, garantizar la protección y justicia para las víctimas de violencia machista.
La RNR expuso cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) que reflejan el grave panorama de 2025. De enero a octubre, dos mil 375 mujeres fueron asesinadas, lo que se traduce en que cada tres horas una mujer es asesinada por el simple hecho de ser mujer.
Además, la violencia cotidiana es abrumadora: diariamente 755 mujeres viven violencia familiar, y cada dos minutos un hombre ejerce violencia machista contra una mujer. Sumado a esto, se registra que cada hora hay dos víctimas de violencia sexual.
La organización informó que, tan solo de enero a octubre de 2025, brindó acompañamiento a once mil 442 mujeres con sus hijas e hijos víctimas de violencia de género en los 76 espacios que conforman la red, lo que subraya la insuficiencia de los mecanismos existentes.
La atención integral y gratuita brindada por la RNR en los últimos dos años cubrió a 27 mil mujeres e infancias. Del total de víctimas, la violencia se manifestó de forma variada y compleja: el 25% experimentó violencia psicológica, el 23% sufrió violencia física, el 20% padeció violencia económica y el 15% fue víctima de violencia patrimonial.
Esta mezcla de agresiones “evidencia la urgencia de respuestas integrales y sostenidas”, especialmente en estados como Veracruz.
Al considerar que la entidad veracruzana cuenta con municipios bajo AVG, el modelo de refugios se convierte en una herramienta de vida que debe ser prioridad presupuestal.
Se exige a las autoridades veracruzanas asignar mayores recursos y garantizar la operación de refugios con la calidad y confidencialidad necesarias, asegurando que ninguna mujer que busque salir del ciclo de la violencia, junto a sus hijos, se quede sin un espacio de resguardo.



