Los traidores son para siempre / Bernardo Gutiérrez Parra

Desde el Café

Los traidores son para siempre

Bernardo Gutiérrez Parra

El tema de los aranceles que México impondrá a las naciones asiáticas, principalmente a China, estaba más que planchado el miércoles anterior en el Senado y sólo faltaba el formulismo de la votación. Con Morena y aliados sufragando a favor nada tenía que hacer la oposición, pero bueno, vamos a darles chance de que suban a la tribuna, no nos vayan a acusar de montoneros y abusivos.

Quien subió fue el senador Marko Cortés del PAN y soltó el carambazo. “El grupo parlamentario de Acción Nacional ha decido votar en abstención, particularmente, porque nuevamente (los morenos) están abusando de la mayoría que compraron, de los senadores que cooptaron con órdenes de aprehensión y con dinero” dijo en clara alusión a Miguel Ángel Yunes Márquez.

Apenas oyó esto, Gerardo Fernández Noroña saltó de su curul: “Les pese lo que les pese y les disguste lo que les disguste, el senador Yunes es un compañero nuestro… que ha aportado con mucha valía a nuestro movimiento. Efectivamente, su voto fue clave para la transformación y democratización del Poder Judicial. Y por más que respiren por la herida, así será y es valorado por nosotros, en toda su dimensión, en toda su validez”.

Pero faltaba escuchar al aludido.

“Durante mucho tiempo he guardado silencio frente al linchamiento orquestado en mi contra por quienes durante años fueron mis compañeros y llegué a pensar que eran mis amigos. La razón de sus ofensas fue que coincidí con la presidenta Claudia Sheinbaum y di mi voto a favor de la reforma judicial. Hoy, después de vivir toda esta difícil circunstancia y de valorar lo sucedido, quiero decirlo con toda la fuerza de mi ser y de mis convicciones; volvería a votar en el sentido que lo hice y apoyar con mi voto a la presidenta de la República”, dijo Yunes Márquez.

Como estaba tocando un tema ajeno al orden del día, la presidenta del Senado Laura Itzel Castillo le pidió que se ajustara al protocolo, pero Miguel Ángel no la escuchó:

“Los miserables que patrocinaron la campaña en contra nuestra y que siguen con su discurso cobarde y agraviante hoy han quedado reducidos a lo que han sido siempre: a nada, a cero. Quisieron obligarme a dar mi voto para que ellos cumplieran con el compromiso que habían adquirido con quienes querían que el Poder Judicial se mantuviera sin cambio…

“Primero, me ofrecieron convertirme en héroe. Después me lincharon públicamente por ejercer mi derecho constitucional de votar de la manera que yo quiera… Pero no contaban con que yo tengo algo que a ellos les falta, tengo valor y tengo carácter. A este miserable que hace unos minutos se subió a la tribuna con un discurso cobarde, a querer revivir la campaña de linchamiento en mi contra y, además de faltarle valor, le falta memoria. Olvida que fuimos los Yunes quienes les dimos vida al PAN en Veracruz, integrado hasta entonces por mediocres burócratas como él que no tenían liderazgo alguno entre los veracruzanos. Los Yunes le dieron al PAN siete millones de votos a lo largo de 20 años de trabajo, ganándonoslos en la calle…”.

“Lo invito senador, lo conmino a…” decía Laura Itzel, pero el otro ya iba desbocado:

“Cuando gobernamos transformamos. Ahí está el recuerdo de Boca del Río, del puerto de Veracruz, de todo el estado, donde podemos vivir con la frente en alto y el orgullo de haber cumplido. A estos linchadores les dimos votos para que llegaran ellos. Sus amigas, sus novias, sus familiares, al Senado y a la Cámara de Diputados por representación proporcional.

“También les dimos los votos para alcanzar el liderazgo nacional que no merecían, porque además de miserables son pequeños, chiquitos, muy chiquitos. Liderazgo que usaron para hacer negocios con el dinero de Acción Nacional. Hoy coincido en el pasillo del Senado con uno de estos panistas pequeños, que hace apenas unos meses me pedía que lo viera en el exilio. Cobarde… Que le ayudara con recursos económicos para mantenerse. Ahora ya no me saluda, seguro piensa que le voy a cobrar. Cobardes ustedes que no quieren oír la verdad. Miserables cobardes. No voy a callar más, no lo haré”.

A ver, por principio de cuentas ni Miguel Ángel Yunes Márquez ni su papá, Miguel Ángel Yunes Linares, estuvieron a favor de la reforma judicial de López Obrador, por el contrario; la descalificaron cada vez que pudieron.

El problema es que no contaban con que se les aparecería el diablo en la persona de Adán Augusto López que le dijo a Miguel Ángel papá: “O tu hijo vota a favor de la reforma o irás a la cárcel por ladrón y corrupto”.

El chavo votó a favor y salvó a su papá, pero en automático se convirtió en traidor.

Quizá si después de consumar su perfidia hubiera preguntado “¿qué hubieran hecho ustedes en mi lugar?”, habría obtenido un poco de conmiseración. Pero no, le salió lo macho, lo altanero, lo soez, cínico y patán: voté así por mis tanates y qué.

Pobres porque tanto el hijo como el padre están condenados a quedarse solos, como todos los traidores. Y ahí están Judas, José Fouché o Victoriano Huerta que no me dejarán mentir.

Por mucho que el chavo pegue de berridos en la tribuna, por mucho que trate de justificarse, por mucho que le cante la bronca a quien le grite traidor, Miguel Ángel Yunes Márquez y su señor padre pasarán a la historia como lo que son: un par de traidores a la patria. Y ese estigma lo cargarán por siempre… por los siglos de los siglos.

Parafraseando a Noroña: “les pese lo que les pese y les disguste lo que les disguste”.

Primer acierto de la Fiscal Jiménez Aguirre

Lo supe a mediados de la semana anterior de una fuente inmejorable y horas después me llegó la confirmación. Ezequiel Castañeda Nevárez fue designado Visitador General de la Fiscalía General del Estado y su nombramiento tuvo el beneplácito de fiscales y barras de abogados que lo calificaron como el primer gran acierto de la nueva Fiscal, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre.

Egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, Ezequiel comenzó desde muy joven su carrera en el servicio público cerca del legislador federal Demetrio Ruiz Malerva y del licenciado Pericles Namorado Urrutia, quien lo consideró uno de sus alumnos más destacados.

Al margen de su dilatada carrera política, Ezequiel fue titular de la Dirección General de Asuntos Indígenas de la Procuraduría Agraria y Subprocurador de Justicia de la FGE con sede en Tuxpan.

Como Visitador le tocara implementar entre otras medidas, las acciones pertinentes para lograr la expedita procuración de justicia, coordinándose con las demás unidades administrativas de la FGE. Revisar las actuaciones que el personal ministerial realice en cumplimiento a sus funciones. Verificar continuamente la congruencia del Código de Conducta, mediante visitas que permitan evaluar el comportamiento del personal, incluyendo el resultado en la evaluación del desempeño.

Tarea nada fácil pero no imposible para este funcionario tuxpeño que conoce mucho sobre la procuración de justicia.

De ahí el acierto de la Fiscal Jiménez Aguirre.

Aparte de su capacidad profesional, Castañeda Nevárez tiene una virtud como divisa: su honradez a toda prueba. Lo que le servirá para el buen desempeño de su trabajo.

Éxito, Ezequiel.

¿Un tuxpeño al PRI?

De Tuxpan me llegó la noticia. Priistas de ese puerto y la zona norte verían con buenos ojos que el nuevo líder estatal del tricolor sea Crisóforo Hernández Cerecedo, actual dirigente de la Fundación Colosio, ex alcalde de Tuxpan, ex legislador local y priista de toda la vida.

“El PRI veracruzano necesita de una persona que lo sacuda de su modorra y lo regrese a la posición de privilegio que tuvo por tantos años. Creemos que esa persona, ese líder que debe tener nuestro partido, es el licenciado Crisóforo Hernández Cerecedo”, me dicen en una misiva enviada a mi correo, una veintena de priistas de la zona norte.

Con Crisóforo, ya son cuatro los nombres que suenan para dirigir al partido. Los otros son Carolina Gudiño, Ponciano Vázquez y Silvio Lagos.

Hagan sus apuestas, señores.

bernagup28@gmail.com