Juan David Castilla
La Secretaría de Marina confirmó que el próximo sábado 27 de diciembre arribarán a sus municipios de origen los restos de Enrique Castillo Terrones y Víctor Rafael Pérez Hernández, los dos marinos veracruzanos que perdieron la vida en un trágico accidente aéreo en Galveston, Texas.
El retorno de los cuerpos se da tras la culminación de los procesos de repatriación, luego de que ambos elementos fallecieran mientras participaban en una misión humanitaria de alta prioridad para el traslado médico de un menor de edad hacia un hospital especializado en territorio estadounidense.
El protocolo de recepción iniciará el viernes 26 de diciembre con el arribo de los féretros a la Ciudad de México, donde la institución naval tiene previsto realizar un homenaje solemne para honrar la memoria de quienes entregaron su vida en el cumplimiento del deber.
Una vez concluidos los honores nacionales, los restos serán trasladados hacia el estado de Veracruz. El cuerpo de Enrique Castillo regresará a la comunidad de El Pantano, en Tierra Blanca, mientras que Víctor Rafael Pérez será entregado a sus familiares en el municipio de Minatitlán para los servicios funerarios locales.
Los informes técnicos de las autoridades aeronáuticas estadounidenses indican que la avioneta de transporte médico sufrió una falla mecánica crítica durante su fase de aproximación al Aeropuerto Internacional Scholes.
Testigos en la zona relataron que la aeronave perdió altitud de forma súbita y se desplomó desde una altura considerable, impactando de manera violenta contra el terreno. Pese a la inmediata movilización de los cuerpos de rescate en Texas, el impacto resultó fatal para todos los ocupantes, confirmándose que no hubo sobrevivientes en el lugar del percance.
Tanto el originario de Tierra Blanca como el de Minatitlán se encontraban asignados a esta misión como parte de los esfuerzos de cooperación internacional para garantizar la salud de un infante veracruzano que requería atención de urgencia.
Este acto de servicio ha sido calificado como heroico por las autoridades navales, quienes destacan que los marinos fallecieron protegiendo una vida en una operación binacional.
En sus comunidades de origen, familiares y amigos se preparan para recibirlos con guardias de honor, reconociendo el sacrificio de dos elementos que pusieron en alto la vocación de la Marina Armada de México.



