Redacción Hora Cero
Con el objetivo de prevenir complicaciones en la salud y mantener una saludable función hepática, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte recomienda adoptar una alimentación saludable que evite desarrollar hígado graso.
La nutrióloga clínica del Hospital General de Zona (HGZ) No. 11, Norma Seseña de la Cruz, comentó: “una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y azúcares refinados, y rica en frutas, verduras y proteínas magras, contribuye a reducir la acumulación de grasa en el hígado y a mejorar la salud general. Evitar alimentos ultra procesados y bebidas azucaradas es fundamental”.
El consumo excesivo de grasas saturadas y azúcares puede favorecer a la acumulación de grasa en el hígado, provocar resistencia a la insulina y aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas, tales como: diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares. El hígado graso no tratado puede evolucionar a hepatitis, cirrosis hepática y cáncer.
“Al elegir alimentos frescos, integrales y con grasas saludables, como aguacate y nueces, se mejora la función hepática, es importante consumir pescado y carne maciza del pollo, es decir, muslo, pierna o pechuga sin piel, claras de huevo, así como alimentos al vapor o asados”, agregó Seseña de la Cruz.
Algunos productos pueden contener grasas ocultas y azúcares añadidos, aunque no sea evidente en su presentación. Entre ellos se encuentran: comidas rápidas, botanas empacadas, pasteles, galletas, pan blanco, cereales endulzados y salsas envasadas, por lo que se debe leer las etiquetas nutricionales, que ayudan a identificarlos y evitarlos.
Sugirió optar por bolillo en lugar de panes industrializados o pan tostado. Asimismo, recomendó consumir las frutas en su forma natural, evitar jugos, mermeladas o combinaciones de varias frutas en platos o tazas. Lo ideal es ingerirlas por pieza, de dos a tres unidades al día, para aprovechar mejor sus nutrientes.
Para concluir, la especialista recordó que el IMSS ofrece sesiones de educación nutricional y consultas individuales, con el propósito de fomentar hábitos alimentarios saludables, prevenir la progresión del hígado graso y contribuir a una mejor calidad de vida.



