Campañas de lodo; la triste realidad electoral en Poza Rica / Fabián Martínez

Taquicardia 

Campañas de lodo; la triste realidad electoral en Poza Rica

Fabián Martínez

Es verdaderamente lamentable observar cómo la contienda por la Presidencia Municipal de Poza Rica ha degenerado en una lucha encarnizada en redes sociales, donde los protagonistas principales, es decir los candidatos, han dejado de lado las propuestas para enfrascarse en una guerra sucia centrada en exhibir la vida personal de sus oponentes.

En vez de presentar plataformas políticas serias, con diagnósticos reales y soluciones concretas a los problemas que enfrenta el municipio, los aspirantes han optado por convertir el espacio público digital en un ring de ataque y revanchismo personal, donde el objetivo parece ser quién tiene más cola que le pisen.

No hay estrategia, no hay visión, no hay capacidad solo señalamientos. Resulta penoso que las redes sociales se hayan transformado en el principal escenario para campañas que rayan en lo vulgar y lo ruin.

Ya no se debate sobre propuestas de seguridad, desarrollo económico o servicios básicos; se compite por ver quién puede destruir más la imagen del otro. Este tipo de campañas no solo degradan el proceso electoral, sino que insultan la inteligencia del electorado.

La ausencia de ética, educación política y respeto por la ciudadanía se hace evidente. Es evidente que quienes hoy pelean sin pudor en redes sociales carecen del carácter y la madurez para gobernar. Porque si en campaña no pueden comportarse con altura, mucho menos lo harán con la responsabilidad que exige un cargo público.

Están a tiempo. Aún pueden rectificar. La ciudadanía merece más que esta guerra de lodo. Poza Rica necesita líderes, no peleoneros de internet. Urge que los candidatos, si es que aún les queda algo de dignidad política, firmen un pacto de respeto y civilidad, donde se comprometan a no violentar la vida privada de sus adversarios, a dejar el morbo y presentar proyectos viables para rescatar al municipio del rezago en el que se encuentra.

Porque sí, Poza Rica está en retroceso, no será con caprichos ni venganzas personales como se cambiará el rumbo. El pueblo ya no es ignorante, como algunos piensan. Y aunque el escándalo genere ruido momentáneo, la verdadera credibilidad se construye con congruencia, ética y visión de futuro.