Taquicardia
Se acabo el “susto” entre los maestros
Fabián Martínez
Por momentos pareció que las cosas cambiarían en el sector educativo veracruzano. Las auditorías, los discursos de renovación y la promesa de combatir viejas prácticas encendieron algunas alarmas, sobre todo entre los llamados «comisionados» o, dicho con todas sus letras, aviadores del magisterio.
Como se hizo mención en este espacio, maestros que cobran sin trabajar o que están asignados a funciones que nada tienen que ver con su plaza ni con su sueldo.
Pero todo indica que el susto les duró poco. Las auditorías se esfumaron sin mayor escándalo, sin nombres, sin consecuencias visibles. Los maestros detectados sin cumplir funciones siguen activos, pero resulta que ahora andan en las campañas políticas, particularmente apoyando a los candidatos de Morena con autorización y respaldo de la Sección 32 del SNTE.
Y es que, con la elección en curso, todo ha vuelto a la normalidad. La cúpula sindical retomó su juego de siempre, es decir, negociar con el poder en turno. En este contexto, surgen serias dudas sobre la permanencia de Claudia Tello Espinosa al frente de la SEV.
Aunque llegó con la bandera de la transformación, hoy parece aislada, mientras el verdadero equipo político de la sección 32 negocia directamente con la gobernadora electa.
No sería descabellado, dicen las malas lenguas al interior del sector, que el próximo secretario de Educación sea Daniel Callejas Roldán, lo que marcaría un retorno del poder sindical a los niveles más altos del control institucional.
Muestra de esta renovada cercanía es la autorización sindical para que el magisterio faltara a clases el pasado 2 de mayo, una decisión que evidencia cómo los intereses políticos vuelven a imponerse sobre el derecho a la educación de la niñez veracruzana.
Así, mientras miles de niños pierden clases, los operadores políticos ganan presencia en las campañas. Las promesas de depuración se diluyen, las viejas prácticas resurgen, y los maestros que deberían estar frente a grupo, hoy están detrás de una lona o repartiendo propaganda.
El mensaje es muy claro,el poder sindical sigue intacto y los vientos de cambio, al menos en la SEV, parecen haber cambiado de dirección. Esto sin duda, trajo un respiro a muchos maestros en Poza Rica, que toda su vida dentro del sector magisterial, han cobrado jugosos salarios, y nunca agarraron un gis para dar clases, pues todo el tiempo fueron comisionados o solapados para prestar otros cargos en la función pública.
