La prevención social de la delincuencia: pilar de la seguridad desde lo Local / Felipe Sosa Mora

La prevención social de la delincuencia: pilar de la seguridad desde lo Local

Felipe Sosa Mora

En México, la violencia y la delincuencia no son solo desafíos de seguridad, sino problemas estructurales que requieren atención integral. El Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030 lo reconoce claramente: la paz y la seguridad no se logran únicamente con fuerza policial o militar, sino con justicia social, cohesión comunitaria y prevención eficaz. En este contexto, la prevención social de la delincuencia emerge como una estrategia clave, y los municipios como actores centrales para su implementación.

 

Un Enfoque Preventivo con Base Social

La prevención social se define como el conjunto de políticas públicas, programas y acciones orientadas a reducir los factores de riesgo que propician conductas delictivas y a fortalecer los factores de protección en individuos, familias y comunidades. A diferencia de enfoques reactivos, la prevención social apuesta por intervenir antes de que se produzca el delito, atendiendo sus causas estructurales como la pobreza, la desigualdad, la deserción escolar, el desempleo, la desintegración familiar y la falta de oportunidades reales.

Este enfoque está alineado con el Eje “Política y Gobierno” del Plan Nacional de Desarrollo, el cual impulsa una estrategia de seguridad centrada en el bienestar, la justicia y el respeto a los derechos humanos. Asimismo, se articula con la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, particularmente con su componente B: Prevención del Delito.

 

El Papel Protagónico de los Municipios

Los municipios, por ser el nivel de gobierno más cercano a la ciudadanía, tienen la capacidad de conocer a fondo las problemáticas locales y diseñar estrategias focalizadas. Por ello, el Modelo Municipal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, promovido por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, establece una guía para fortalecer las capacidades locales a través de cuatro pilares:

1. Normatividad y planeación estratégica: creación de reglamentos municipales, diagnósticos locales y programas de prevención.

2. Coordinación interinstitucional: vinculación entre áreas del gobierno local, policías, centros estatales y federales.

3. Participación ciudadana: integración de redes vecinales, organizaciones civiles y actores comunitarios.

4. Seguimiento y evaluación: medición de resultados e impacto para asegurar transparencia y efectividad.

 

Veracruz: Liderazgo con Visión Preventiva

Un ejemplo tangible de este nuevo enfoque se vive en Veracruz, donde la Gobernadora Rocío Nahle ha hecho de la prevención del delito una política central y prioritaria de su gobierno. Con una visión humanista, inclusiva y con fuerte sentido social, ha impulsado programas de proximidad social, redes ciudadanas de vigilancia, actividades comunitarias, campañas educativas y recuperación del espacio público asi como de desarme en distintos municipios del estado.

Su liderazgo ha sido clave para integrar a la sociedad en la construcción de comunidades más seguras, promoviendo una nueva cultura de paz desde los barrios y colonias, donde la ciudadanía no solo observa, sino participa activamente en la transformación de su entorno.

 

Resultados Sostenibles Requieren Recursos y Voluntad

Si bien muchos municipios han dado pasos importantes, persisten desafíos como la falta de presupuesto propio, la escasez de personal capacitado y la limitada institucionalización de las acciones preventivas. En este sentido, es indispensable fortalecer las alianzas con la sociedad civil, el sector académico, organismos internacionales e iniciativa privada, así como garantizar que las políticas locales cuenten con recursos sostenibles más allá de los subsidios federales temporales.

 

Construir Paz desde las Comunidades

La prevención social de la delincuencia no es una tarea menor ni secundaria. Es, como lo plantea el Plan Nacional de Desarrollo, una condición para construir una paz duradera, basada en la justicia, el respeto mutuo y la convivencia pacífica. Invertir en prevención es invertir en el futuro de nuestras comunidades.

Si queremos cambiar las condiciones que generan violencia, necesitamos transformar los entornos desde lo local, apostando por la participación ciudadana, la corresponsabilidad institucional y la atención integral a las causas que originan el delito.

La seguridad comienza en el barrio, en la colonia, en la comunidad, ahí es donde el municipio debe liderar el cambio… con estados como #Veracruz ya mostrando el camino.