Héctor Yunes: PRI, desinflado
Raymundo Jiménez / Al pie de la letra
Con el colmillo muy retorcido, el diputado local del PRI, Héctor Yunes Landa, ha provocado y logrado que la bancada mayoritaria de Morena en el Congreso del Estado lo promocione, aunque sea negativamente, en las redes sociales y en los medios impresos y digitales de comunicación.
El exdiputado federal, exsenador, exsubsecretario de Gobierno y exlíder del Congreso veracruzano busca posicionarse mediáticamente en su afán por ser otra vez postulado como candidato a gobernador en el 2030, aunque su partido, el Revolucionario Institucional, está mucho más disminuido que en 2016 cuando contendió y perdió ante su primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares, de la alianza PAN-PRD.
En aquella sucesión estatal todavía gobernaba en Veracruz el PRI, con Javier Duarte de Ochoa, con el que Héctor Yunes tuvo fuertes diferencias políticas.
Ahora, junto con Ana Rosa Valdés Salazar, esposa del dirigente estatal priista Adolfo Ramírez Arana, forma parte de un mini grupo legislativo mixto, el cual pudo obtener un asiento en la Junta de Coordinación Política de la LXVII Legislatura al sumarse la diputada del PAN, Monserrat Ortega Ruiz, quien en mayo anterior, por diferencias en la selección de candidatos del pasado proceso electoral municipal con el presidente del CDE del partido blanquiazul, Federico Salomón Molina, se declaró “independiente” sin renunciar formalmente a su militancia en Acción Nacional, lo que hace suponer que la cónyuge del exdirigente estatal Pepe Mancha Alarcón retornará a las filas del panismo.
Luego del “relanzamiento” del PAN que el sábado 18 de este mes hizo su dirigencia nacional, se dejó en claro que Acción Nacional irá solo, sin alianzas, en la elección de diputados federales de 2027. Aunque, a nivel local, no se descarta que pudiera coaligarse en Nuevo León, entidad donde el actual alcalde priista de Monterrey, Adrián de la Garza, encabeza las encuestas para la gubernatura. Lo que no es el caso de Héctor Yunes en Veracruz, pese a que en Morena no se ve todavía a un prospecto fuerte para suceder a la gobernadora Rocío Nahle.
A nivel nacional, el PRI se perfila a llegar a las elecciones intermedias de 2027 sin aliados y con la base de militantes más chica que haya tenido en su historia.
Bajo la dirigencia de Alejandro “Alito” Moreno, el tricolor perdió en el presente año casi 40 por ciento de los afiliados que tenía hasta el último reporte que hizo en el INE.
El diario La Jornada publicó hace cuatro días que, según los informes publicados en su sitio web, el PRI tiene actualmente 894 mil 220 integrantes, mientras a finales de 2023 reportó al Instituto Nacional Electoral (INE) que tenía un millón 411 mil 889, luego de que en julio pasado inició un proceso de depuración, pues muchos de sus afiliados no contaban con documentación que acreditara su voluntad de seguir militando en el PRI.
Cuando Moreno Cárdenas asumió la presidencia del partido en 2019, el Revolucionario Institucional tenía 6.7 millones de afiliados, es decir, bajo la dirigencia del exgobernador de Campeche ha renunciado 86.79 por ciento de los priístas que había hasta hace poco más de seis años.
Los reportes más recientes de integrantes del PRI, publicados en su apartado de afiliados, ya no muestran un padrón nacional, sino que se presentan por medio de 32 listados estatales en los que se reporta una baja notoria en diversos estados.
Por ejemplo, en Morelos cuenta con 755 integrantes; en Baja California Sur, 810; en San Luis Potosí, mil 112, y en Baja California, mil 964. En total, son 10 las entidades donde no alcanza los 5 mil afiliados, incluidos estados como Jalisco y Querétaro.
En Veracruz, que es la entidad con el cuarto padrón nacional de votantes, el PRI sólo tiene 6 mil 365 militantes con registros válidos.
En Veracruz, que es la entidad con el cuarto padrón nacional de votantes –después del Estado de México, la Ciudad de México y Jalisco–, el PRI sólo tiene 6 mil 365 militantes con registros válidos, según el listado del INE.
A pesar de perder en 2023 la gubernatura del Estado de México, esa entidad sigue siendo su principal bastión, con 240 mil 466 afiliados, aunque la lista nominal es de poco más de 13 millones 72 mil electores.
En Coahuila y Durango, únicos dos estados con gobierno estatal priísta, cuenta con 172 mil 225 y 29 mil 197 afiliados, respectivamente.
Desde 2020, la dirigencia nacional del PRI intensificó su campaña permanente para “nuevas afiliaciones, refrendo, actualización y depuración de registros”, y en marzo de 2025 comenzó una Jornada Nacional de Afiliación, a través de la estructura partidaria en estados, municipios y alcaldías, para lo que acordó “una amplia difusión en redes sociales y la página de Internet de este instituto político”.
LA ‘HERENCIA’ DE LOBEIRA
Y, en el Puerto de Veracruz, la alcaldesa panista Patricia Lobeira se despide dejándole tremendo “regalazo” a la próxima administración municipal porteña que a partir del 1 de enero próximo encabezará la morenista Rosa María Hernández Espejo: 51 plazas basificadas para sus allegados, mientras la heroica ciudad sigue en ruinas.
Según trascendió, entre los favorecidos figuran Elida Ahued Romero, Pamela Audirac Cuevas, Alicia Ruth Rossete, Manuel Alfredo Spíndola Reyes y Valeria del Rosario Rivera Vera, los cuales, coincidentemente, tienen gran cercanía con la generosa alcaldesa del PAN ligada al clan de la familia Yunes, de El Estero.
Los regidores de MORENA, por su parte, reclamaron que jamás aprobaron esos nombres, y que lo único a lo que sí dieron su aval fue al contrato colectivo meses atrás, específicamente a lo que son derechos laborales.
Sin embargo, ya estaba todo “planchado”, por lo que la alcaldesa surgida del partido blanquiazul –sustituyó de última hora en la candidatura municipal a su entonces esposo, el ahora senador Miguel Ángel Yunes Márquez, cuya nominación fue anulada por los tribunales electorales por incumplir con el requisito legal de la residencia efectiva– defendió con uñas y dientes a sus protegidos, alegando que no es ella, sino el sindicato, quien hace los nombramientos.
¿Entonces será mera casualidad que los favorecidos resulten ser amigos suyos y familiares de la lideresa sindical, la cual, por cierto, gana 170 mil pesos mensuales?
Lo cierto y cuestionable es que la administración de la señora Lobeira dejará comprometida a la próxima presidenta municipal, Rosa María Hernández Espejo, con una nómina infladísima que supera las seis mil quinientas plazas laborales y con un abultado gasto corriente que impactará principalmente los recursos destinados a los servicios básicos.
Vaya regalazo de Reyes que recibirá la exdiputada federal porteña de MORENA.
¿Lo aceptará? Ya veremos de qué color pinta el guinda.
 
            