Juan David Castilla
Claudia Bautista Vargas, integrante y fundadora de la brigada «Gatitos Panteón 5 de Febrero», denunció públicamente el envenenamiento de al menos cuatro gatos que residían en el histórico cementerio.
La activista, quien lleva seis años y medio trabajando en el sitio y colaborando con el municipio, confirmó que la muerte de los felinos fue causada por intoxicación, según un certificado veterinario entregado a la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Contra los Animales (Fedayca), institución a la que acudió sin obtener una respuesta de competencia clara.
Bautista Vargas relató que la semana pasada se registraron las muertes, encontrando dos gatos ya sin vida y una gatita viva, recién abandonada, que fue trasladada de urgencia a una clínica veterinaria, donde se confirmó el envenenamiento antes de su fallecimiento.
Un cuarto felino fue encontrado muerto afuera del panteón días antes. La brigada, que mantiene una población estimada de 40 gatos en el lugar y ha rescatado a 21 en casas de apoyo, sospecha que el veneno fue administrado a través de la comida.
“Nosotros consideramos que sí (fue a través de la comida)… en el transcurso del día va mucha gente a comer a ese parque… Yo siento que por alguna razón algo pasó que les aventaron la comida», señaló Bautista Vargas.
Uno de los principales problemas, según la brigada, es la falta de respuesta institucional. La denunciante asegura que al levantar la declaración ante Fedayca, esta instancia se deslindó, argumentando que el caso correspondía a Medio Ambiente, al Centro de Salud Animal o a otras instancias, sin que ninguna autoridad asuma la responsabilidad.
«Fedayca dice que no le corresponde, que le corresponde a Medio Ambiente, al Centro de Salud Animal… ninguno se pone de acuerdo. Yo le dije al fiscal que hay una Ley de Bienestar Animal a nivel estatal. Los gatos son del Estado, le corresponde al Estado darles una buena vida», enfatizó la activista.
Al confrontar al fiscal sobre si los gatos eran o no de su propiedad, Bautista Vargas sostuvo su compromiso ciudadano: «yo no soy dueña, pero soy una ciudadana responsable y estoy cuidando de estos animalitos, aunque no sean míos».
La brigada lleva años solicitando a la administración municipal mejoras de seguridad en el panteón, el cual está declarado como monumento histórico.
«Ya son dos administraciones que vengo pidiendo, vengo tocando puerta para que escuchen… nadie hace nada por poner alumbrado, por poner vigilancia las 24 horas», afirma la representante.
Las peticiones concretas incluyen la instalación de alumbrado y la asignación de vigilancia permanente, con dos vigilantes de día y dos de noche, debido a su carácter histórico. La falta de seguridad no solo afecta a los animales, sino que representa un riesgo para el patrimonio.
Finalmente, la brigada que colabora con el programa de esterilización permanente del Ayuntamiento, hizo un llamado a la empatía ciudadana, destacando que los vecinos no han manifestado problemas con la colonia felina.


