Juan David Castilla
El sector cafetalero de Veracruz levantó la voz hoy para denunciar un presunto boicot político que mantiene detenida la Ley del Café en el Congreso de la Unión. Los dirigentes señalan a la Secretaría de Economía, al diputado Ricardo Monreal y al secretario de Economía Marcelo Ebrard de obstaculizar la iniciativa en beneficio de grandes corporaciones como Nestlé y Agroindustrias Unidas de México.
En conferencia de prensa, Fernando Celis, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, lamentó que la ley, ya respaldada dos veces por el Senado y comisiones de Diputados, no sea llevada al pleno para su votación.
“Esta ley ya fue aprobada dos veces… Solo falta votarla y se aprueba en menos de 15 minutos. Es un boicot político para proteger intereses empresariales,” afirmó Celis.
Estos señalamientos se dan en un contexto de precios internacionales altos, impulsados por aranceles y fenómenos climáticos globales.
Pese a que el precio en la bolsa está por encima de los 400 dólares por 100 libras, los productores mexicanos siguen siendo víctimas de castigos injustificados por parte de las comercializadoras.
En Huatusco, el precio se reportó en $17.50 pesos por kilo de café cereza, cuando los líderes exigen un pago de al menos $20 pesos ahora y $25 pesos en el pico de la cosecha.
Los dirigentes recordaron que en el ciclo anterior, empresas descontaron hasta $8 pesos por kilo bajo pretextos que resultaron falsos. José Julio Espinosa Morales, de la CNC, advirtió que el motivo de frenar la ley es claro.
“Quieren evitar que la ley obligue a transparentar los precios. Las transnacionales tienen más poder que el Congreso. Eso es grave”, añadió s
La iniciativa de ley busca establecer un esquema de precios de referencia basado en el mercado internacional, obligar a la transparencia de costos de comercialización y crear mecanismos para sancionar los abusos en la compra al productor.
Los cafetaleros exhortaron al Gobierno Federal y al Poder Legislativo a actuar con urgencia, exigiendo que se apruebe la Ley del Café y que se vigilen los precios para que no se sigan aplicando «cargos más altos a los productores que en ningún otro país».



