Impulso educativo sin pausa: la SEP avanza bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum / Felipe Sosa Mora

Impulso educativo sin pausa: la SEP avanza bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum

Felipe Sosa Mora

En un país donde la educación sigue siendo la base del desarrollo social, la Secretaría de Educación Pública comienza a mostrar avances tangibles y estructurados. Con el respaldo firme del gobierno encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la política educativa federal está tomando forma con claridad: fortalecer a quienes sostienen la escuela pública y ampliar las oportunidades para la niñez y juventud mexicana.

Uno de los hechos más relevantes es la entrega de 3,843 reconocimientos a maestras y maestros de educación básica y media superior en las 32 entidades del país. Más que un acto protocolario, estos reconocimientos reflejan un giro profundo: el magisterio evaluando y honrando al magisterio. Es una apuesta político-pedagógica que reivindica el trabajo cotidiano en las aulas, desde las comunidades rurales más apartadas hasta las grandes ciudades. Es legitimidad construida desde dentro de la escuela pública, no desde la burocracia.

A ello se suma una acción estratégica que debe colocarse con fuerza en la agenda nacional: la creación de la Beca Gertrudis Bocanegra en Michoacán, que para 2026 beneficiará a más de 892 mil estudiantes con una inversión superior a 6,300 millones de pesos. Paralelamente, se amplía la Beca Rita Cetina, permitiendo que alumnos de primaria puedan acceder a este apoyo. Se está entendiendo algo fundamental: la permanencia escolar no se garantiza con discursos, sino con condiciones materiales reales que acompañen a las familias.

Estas iniciativas revelan una visión clara: la educación pública debe ser gratuita, digna, sostenible y acompañada. Claudia Sheinbaum ha sido consistente al afirmar que la transformación no puede sostenerse sin una escuela pública fuerte, y la SEP está operando esa visión a través de programas con calendario, metas y resultados verificables.

Por supuesto, los retos existen: infraestructura rezagada en zonas rurales, desigualdades territoriales en la formación docente y mejoras pendientes en convivencia escolar. Pero hoy, a diferencia de otros momentos, hay señales de avance con evidencia, no con improvisaciones aisladas. La estrategia educativa tiene rumbo y coherencia.

La narrativa está cambiando:
• del maestro como espectador, al maestro como protagonista de la transformación;
• del estudiante como receptor pasivo, al estudiante como sujeto de derechos con acompañamiento real;
• del gobierno administrador, al gobierno que garantiza derechos educativos efectivos.

Lo que ocurre hoy en la SEP es significativo: se está trazando una política educativa con proyección más allá del sexenio, diseñada para transformar trayectorias de vida y no solo indicadores administrativos.

En un contexto donde la sociedad exige resultados, no discursos, vale decirlo con claridad:

Hay señales positivas en la educación pública mexicana, y están ocurriendo ahora, bajo un liderazgo que entiende la educación como una prioridad nacional.