Aumenta población en situación de calle, en Xalapa

Juan David Castilla

El centro de Xalapa experimenta un crecimiento visible de la población en situación de calle, un fenómeno que se ha acentuado en los últimos meses y genera preocupación entre residentes y comerciantes.

Un recorrido de apenas cuatro cuadras por el primer cuadro de la ciudad puede revelar la presencia de al menos diez personas en condición de indigencia, concentrándose particularmente en parques y áreas de alto tránsito.

La situación no solo representa un problema social, sino también de seguridad y salubridad. En el popular Parque Juárez, por ejemplo, es habitual encontrar grupos de personas ingiriendo alcohol.

Testimonios recabados indican que una mujer de este grupo ha protagonizado episodios de agresión verbal y física contra peatones e incluso contra elementos de la policía.

Si bien la violencia no es generalizada, la mayoría de los locatarios y vecinos coinciden en que la población sin hogar realiza sus necesidades fisiológicas a plena luz del día en la vía pública. Esta práctica está provocando malos olores y una creciente afectación sanitaria en zonas concurridas.

El alcalde de Xalapa, Alberto Islas Reyes, reconoció la problemática, señalando que la capital veracruzana alberga actualmente a más de 50 personas en esta condición. El edil explicó que la mayoría de ellas no son originarias de Xalapa, sino que llegaron de otros municipios o entidades y decidieron permanecer en la ciudad.

Ante las quejas ciudadanas por la presencia y los desechos en la vía pública, el Ayuntamiento se enfrenta a una limitación legal: la autoridad no está facultada para trasladar a la fuerza a las personas hacia los albergues, dado que esta acción vulneraría sus derechos humanos, pese a la vigilancia constante de la Policía Municipal y las mejoras en la iluminación del centro.

El alcalde subrayó que, aunque se les exhorta de manera voluntaria a acudir a los refugios, especialmente durante la temporada invernal, la mayoría se niega tanto en épocas de frío como el resto del año. Por ahora, el esfuerzo se limita a mantener los llamados voluntarios para que acepten la ayuda ante las bajas temperaturas.