Juan David Castilla
Decenas de familias xalapeñas se movilizaron desde temprana hora de este lunes para conseguir gas licuado de petróleo (LP), luego de una notable interrupción en el servicio de reparto habitual que inició la semana pasada.
Vecinos de colonias de la zona norte, como 21 de Marzo, formaron largas filas directamente en las instalaciones de empresas gaseras para abastecer sus cilindros.
Los usuarios reportaron que la disminución en la circulación de los camiones repartidores se hizo evidente desde el jueves 13 de noviembre. Al cuestionar a los trabajadores, la respuesta fue una alerta de desabasto inminente.
«Nos dijeron que sabían que no habría suficiente gas y que los camiones repartidores no habían abastecido los tanques de almacenamiento y que por eso nos dijeron que llenáramos nuestros cilindros lo más pronto posible,» comentó uno de los vecinos formados.
La situación en la capital veracruzana no es aislada. La Asociación Mexicana de Gas LP (Amexgas) anunció un racionamiento del hidrocarburo que afecta a cinco entidades, incluyendo a Veracruz como un punto neurálgico de la crisis.
Rocío Robles, presidente de Amexgas, atribuyó el problema directamente a Petróleos Mexicanos (Pemex), que provee el 80% del gas nacional. La empresaria señaló que los retrasos en la entrega se deben a la falta de mantenimiento en la infraestructura de Pemex y a complicaciones logísticas en ductos y terminales.
A pesar de las denuncias de Amexgas, Pemex emitió un comunicado oficial asegurando que cuenta con inventario suficiente para cubrir la demanda en los estados afectados (Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Estado de México y Ciudad de México).
Sin embargo, en Xalapa la preocupación persiste. A medida que avanzan los frentes fríos, la demanda aumenta, y los usuarios temen que la tardanza en regularizar el abasto afecte sus quehaceres diarios.



