Ya no hay honor entre ladrones / Bernardo Gutiérrez Parra

Desde el Café

Ya no hay honor entre ladrones

Bernardo Gutiérrez Parra

Privado de su libertad por casi nueve años, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, debe estar padeciendo de ansiedad, pesimismo y si tantito me apuras lector, hasta de depresión. Y motivos no le faltan.

El sábado 1 de noviembre se despidió de sus compañeros de reclusión con una mariscada donde hubo buenos tragos. Y es que daba por descontado que la jueza que lleva su causa, Ángela Zamorano Herrera, le concedería la libertad anticipada que solicitó por haber cumplido más del 90 por ciento de su condena.

Pero…

El lunes 3, Javier se presentó a la audiencia ante la jueza que tras escuchar los argumentos de la fiscalía y la defensa, declaró un receso hasta el día 12, por lo que fue regresado a su celda.

El día 12 la Fiscalía General de la República mostró evidencias de que durante su reclusión, Javier no se había portado lo bien que aseguraba su defensa. Y la jueza la hizo de más emoción al anunciar que daría su veredicto hasta el día 21.

Fueron nueve días que el exgobernador debió pasarlos insomne y malhumorado, porque su anhelo de pasar las fiestas decembrinas en libertad se estaba haciendo humo.

Y como fue.

El viernes 21 la togada determinó que el reo no cumplió los requisitos para ser liberado, y le ordenó completar la totalidad de su condena que termina el próximo mes de abril.

Como recordarás lector, Duarte fue detenido en Guatemala y extraditado a México donde se le condenó a nueve años de prisión por los delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita, se le decomisaron 41 propiedades y se le fijó una multa de 58 mil pesos.

Pero hubo dos delitos que ni siquiera fueron mencionados en su proceso: desaparición forzada y un multimillonario desfalco al erario veracruzano por 60 mil millones de pesos, de acuerdo con acusaciones del entonces Auditor Superior de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal.

¿Por qué se cometió semejante omisión?

Porque por ignotas razones, estos delitos no estuvieron en la negociación entre México y Guatemala. Fue por ello que Guatemala extraditó a Javier para que fuera juzgado SÓLO por asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

De acuerdo con los tratados internacionales sobre la extradición de personas que cometen ilícitos en su país de origen, éstas no pueden ser juzgadas por otros delitos a los aprobados por el país que concede la extradición (en este caso Guatemala), a menos que este país lo autorice.

Ya en prisión, el gobierno de Guatemala aceptó que Javier fuera procesado por desaparición forzada (delito considerado de lesa humanidad y por el que lo hubieran condenado hasta 60 años de cárcel en caso de ser encontrado culpable), pero un juez federal lo exoneró en noviembre del 2024.

El pasado viernes 21, mientras Javier era regresado una vez más a su celda, su abogado Pablo Campuzano, dijo a los reporteros que le preguntaron si no existía riesgo de que lo acusaran de otro delito mientras permanecía en prisión, que el único escenario que podría frustrar la liberación de su defendido, era que la FGR consiguiera que Guatemala le autorice procesarlo por delitos distintos a aquellos por los que fue expresamente extraditado en 2016.

Y sopas…

Este miércoles se dio a conocer que el gobierno de Guatemala otorgó a las autoridades mexicanas su permiso para formularle nuevas imputaciones a Javier Duarte. Y que tras esta autorización, la Fiscalía General de la República judicializó una carpeta de investigación por el presunto desvío de recursos. Pero eso no fue así.

Tiene meses que la FGR solicitó al gobierno guatemalteco su autorización para agregarle más acusaciones a Javier. Y Guatemala accedió.

Ah caray, a ver… ¿qué no había un acuerdo de facto entre Javier Duarte de Ochoa y los morenos desde antes de que López Obrador llegara a la presidencia? ¿Qué acaso no fue Javier el que apoquinó con millones de pesos para la campaña de Cuitláhuac García?

Y ya en prisión ¿acaso no fueron enviados de Andrés Manuel a prometerle todo a cambio de que los apoyara con información sobre estructura electoral (Duarte ganó Michoacán para el tricolor con un candidato del PRD), contactos e incluso apoyo monetario para la campaña del 2024 que casi hizo desaparecer al PRI en Veracruz?

Y Duarte les dio todo lo que le pidieron.

En correspondencia, ahora le pagan con una carpeta de investigación (sin duda, muy bien documentada), que puede dejarlo en prisión por años, más que los nueve que casi lleva cumplidos. Con lo que su esperanza de salir en abril se desvanece.

Caray, ¿es que acaso ya no hay honor entre ladrones?

Es evidente que no; ya no hay honor entre ladrones.

bernagup28@gmail.com