“DEBO, NO NIEGO; PAGO, LO JUSTO”
Teresa Carbajal
- Cheques de hule versión SPEI
¿Se acuerda de los cheques de hule? sí, ¡cómo no! esos que se usaban para cometer fraudes, y que se conocieron popularmente de esta manera, precisamente porque no tenían fondos, pero daban toda la apariencia de que sí.
Bueno, ya es diciembre y con la ilusión de que habrá dinero circulante por motivo de los aguinaldos, los fines de año, y esos extras que se estilan por cobrar en este mes, van a ir en aumento las estafas.
¿Es posible más?, sí, y hay que estar prevenidos.
Porque resulta que tan pronto como han ido en desuso los cheques, han ido en aumento las transferencias bancarias, como una forma moderna de hacer pagos, que además es inmediata, evita ir al banco de manera presencial, o cargar dinero.
Incluso hasta la consulta del dentista la pagamos por transferencia, o el más mínimo consumo en la tienda o fondita, si es que el prestador de servicios, tiene esa modalidad de cobro.
Bueno, es más quien no ha usado las transferencias para estas fechas, ya hasta mal vistos son, aquellos que no las usan. Su popularidad hay que reconocerlo, es la rapidez con la que el emisor del pago transfiere el dinero de una cuenta a otra; y la seguridad con la que el destinatario recibe ese dinero.
Lamentablemente la segunda de las características mencionadas, -la seguridad- es hoy severamente cuestionada, por la cantidad de fraudes que se dan en torno a las ‘transferencias fantasma’.
Las transferencias fantasma, como ya se le llama al hecho; es una modalidad de fraude, que consiste en recibir un pantallazo que te confirma que un ordenante ha transferido dinero (con motivo de una compraventa, pago, o diverso) a tu cuenta, pagando en tiempo y forma el compromiso que dio origen al envío.
Y que contiene todos los datos requeridos para la validez del Spei (Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios), arrojándote incluso tu comprobante de pago con validez legal, pues contiene clave de rastreo, número de referencia, fecha, cuenta de origen, banco destino y tus datos bancarios.
La seguridad de estos comprobantes deriva precisamente de una firma digital y certificados digitales que garantizan la autenticidad de la operación.
Entonces, con sendos requisitos, ¿quién puede, o debe desconfiar de un pago recibido por el método de transferencias electrónicas?, pues hasta antes de lo que hemos visto, solo un fiel devoto de Santo Tomás.
Y ¿qué es lo que sucede ahora?, pues resulta que también la delincuencia ya llegó al campo de las transferencias; ya le encontró la forma de dar reversa a los pagos de este tipo, y de un momento a otro; ese dinero desaparece al momento en el que el que cobró, pretende hacer el retiro, o cambiar de cuenta los fondos para disponerlos.
Quienes han investigado sobre el tema y revisado la opinión de expertos aseguran que incluso, existen programas de diseño web que permiten clonar los recibos, supuestamente extraídos de las aplicaciones bancarias que se usan para mover fondos. Esos que mandas o recibes, como captura de pantalla, para comprobar el envió o la recepción de fondos.
Los más audaces se atreven a decir que existen páginas web creadas para captar la atención de, y reclutar personas con facultades para operar de manera autorizada sistemas bancarios; y que esto obedece más que nada al relajamiento de las políticas de contratación de personal ejecutivo en el ámbito financiero.
Personas que son usadas para, -a cambio de un porcentaje de la operación fantasma- puedan dar “reverso” al envío de dinero, que sí existió y que sí se hizo.
Pues ninguna de las dos explicaciones es menos grave que la otra, y ambas son igual de atemorizantes, para todos los que vivimos inmersos en la inclusión financiera y que hemos sido obligados a tener que hacer uso de medios digitales y electrónicos para concretar operaciones y pagos.
Como sea, es diciembre y no nos queda más remedio que extremar precauciones, ya sea al comprar o vender, evitar hacerlo si se tiene prisa, y sobre todo evitar sentirse presionado por su comprador o vendedor, pues este es uno de los motivos principales por los cuales, acontecen el mayor número de estafas.
Mover enseguida los fondos, pues en cuestión de minutos, el dinero puede desaparecer de nuestra cuenta, y no entregar una mercancía, hasta estar seguros de haber recibido el importe.
No tiene mucho supe del caso de unos jóvenes que vendieron un teléfono celular vía redes sociales, y terminaron con la policía en la puerta y ellos debajo de la cama, pues el comprador los amenazaba con atentar contra su vida, en caso de no entregar la mercancía; siendo el motivo de la no entrega, precisamente la demora en recibir el pago, a pesar de haber recibido “el pantallazo” de que dichos fondos, estaban desde cuando depositados, a pesar de que no era cierto.
Cuídese y cuide su dinero.
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