Juan David Castilla
Aunque la mitad de los casos de infertilidad en México tienen un componente masculino, la falta de información y la presión social continúan dirigiendo el foco solo hacia la mujer, lo que complica el panorama en el estado de Veracruz, donde la participación del hombre en temas de salud reproductiva aún es menor al promedio nacional.
En el estado de Veracruz, la problemática de la infertilidad masculina se agudiza por la resistencia cultural y social a que el hombre se someta a estudios, alertan especialistas en reproducción humana.
Mientras que a nivel nacional se estima que la infertilidad involucra al varón en al menos el 50% de los casos, en la entidad persiste la idea errónea de que “el problema es de la mujer”.
Esto, de acuerdo con la Doctora Lourdes Flores Islas, especialista en ginecología y obstetricia y directora médica de Red Crea Fertilidad, se debe a una percepción alimentada por fuertes estereotipos de género, que retrasa significativamente el diagnóstico y tratamiento de miles de parejas.
«La infertilidad no es un problema exclusivo de la mujer. Es un tema médico que afecta tanto a hombres como a mujeres y debe abordarse desde una visión compartida, sin culpas ni prejuicios», señaló la experta.
De acuerdo con la especialista, dicha presión cultural lleva a los hombres a postergar la atención médica. El Consejo Nacional de Población (CONAPO) ha señalado históricamente una menor participación masculina en temas de salud reproductiva en Veracruz, donde las cifras de uso de métodos anticonceptivos masculinos (condón) han estado por debajo del promedio nacional.
Esta tendencia sugiere una brecha cultural en la prevención y el estudio reproductivo que impacta directamente en la detección de problemas.
“En nuestra cultura todavía persiste la idea de que la fertilidad define la masculinidad, lo cual lleva a muchos hombres a guardar silencio, a evitar hacerse estudios y a cargar con un problema que sí tiene solución médica, pero que no se atiende a tiempo», agregó Flores Islas.
Uno de los mitos más comunes que la especialista busca desmentir es la suposición de que la capacidad de eyacular garantiza la fertilidad. Es falso que la presencia de semen asegure que haya espermatozoides suficientes o que estos posean la movilidad y morfología adecuadas para fecundar.
Asimismo, la Doctora Flores Islas indica que también es un error pensar que, si un hombre ya tuvo hijos anteriormente, su fertilidad no puede cambiar con el tiempo.
La fertilidad masculina es un factor dinámico y puede verse afectada por diversos elementos como infecciones, varicocele, obesidad, altos niveles de estrés, exposición a sustancias tóxicas o la disminución de la calidad espermática por la edad.
El estudio indispensable para evaluar la fertilidad del hombre es el espermatograma, un análisis simple que revisa la concentración, morfología y movilidad de los espermatozoides. Este análisis clínico es el único medio para confirmar o descartar alguna alteración, y no la apariencia física o el historial reproductivo.
La experta hace un llamado a la sociedad y a los centros de salud de Veracruz a priorizar un enfoque diagnóstico integral. Al recaer todo el enfoque únicamente en la mujer, dejando de lado el estudio del varón, se omite la verdadera causa del problema, lo que genera frustración y tratamientos innecesarios.
La presencia de clínicas especializadas en Reproducción Asistida en ciudades clave como Veracruz-Boca del Río y Xalapa indica que la demanda de atención existe, y la detección temprana del factor masculino es crucial para el éxito de cualquier tratamiento.
“Ser padre también significa cuidar tu salud reproductiva. Hablar de estos temas con libertad es parte del proceso para construir una familia”, concluyó Flores Islas, enfatizando que la atención médica debe ser integral desde el inicio para miles de parejas en el estado.



